Ya se ha cumplido la primera mitad de carrera de las 24 horas de Le Mans 2018 y el guion de estructuración básica no ha cambiado en demasía. Todas las categorías tienen un dominador claro, a la espera de los posibles problemas mecánicos y de las inclemencias de los rivales. Toyota mantiene el duelo entre los dos pilotos latinos, en el que José María López ha mantenido el liderato del #7. G-Drive sigue encabezando LMP2 de la misma forma que Porsche hace doblete en GTE, con el #92 oficial en GTE Pro y con el Dempsey-Proton #77 en GTE Am.

Sébastien Buemi cumplió un stop and go de 60 segundos por exceder el límite de velocidad en una slow zone, probablemente acontecida en un final imprevisto de dicha bandera amarilla. El suizo dejó el #8 a dos minutos del líder #7 y entró en un juego de persecución con el otro TS050, pilotado por un veloz Mike Conway. Fernando Alonso volvió a subirse al #8 en plena madrugada y empezó a recortar terreno en su segundo stint, un poco a Conway y especialmente a un “Pechito” López que no iba precisamente tranquilo. El duelo entre los Toyota promete igualarse en las próximas horas.

Los Rebellion siguen siendo los principales perseguidores de los coches japoneses, situado Mathias Beche a cuatro vueltas y Bruno Senna a cinco giros. El resto de los LMP1 han tenido problemas: a 20 vueltas se sitúa el DragonSpeed, que acumuló el incidente inicial con André Lotterer y un problema con los frenos. El SMP #11 sufrió dificultades mecánicas y el #17 se accidentó y rompió motor con Matevos Isaakyan. Los dos Manor siguieron con inconvenientes, quedándose parado el #5 durante media hora y retirándose el #6 de Oliver Rowland para unirse al caído ByKolles.