Apenas cinco días después del fiasco del Gran Premio de Alemania, Ferrari vuelve a estar al frente de una clasificación. Se trata solo de los entrenamientos libres del Gran Premio de Hungría, pero el equipo italiano manda un mensaje claro: si en Alemania estaban arriba cuando no les tocaba, en Hungaroring quieren lograr la victoria que se les escapó hace menos de una semana. Es cuestión de irse de vacaciones con buen sabor de boca y con los deberes hechos. para ello, Sebastian Vettel lideró la segunda sesión de entrenamientos libres con el mejor tiempo del día, algo menos de una décima por delante de Max Verstappen. Mientras Daniel Ricciardo y Kimi Räikkönen fueron tercero y cuarto respectivamente, a día de hoy los Mercedes parecen estar medio paso por detrás, a la espera de lo que pase el sábado.


Los primeros entrenamientos libres del viernes no hicieron más que comenzar a alimentar las sospechas de que el fin de semana podría ser beneficioso para Red Bull y Ferrari, aún de luto por el fallecimiento de Sergio Marchionne. Estos coches ocuparon las cuatro primeras posiciones al final de la hora y media de los Libres 1, con los Mercedes en quinta y sexta posición. Las diferencias eran suficientemente pequeñas como para que los coches plateados pudieran reaccionar y estar en la pelea por la pole el sábado, aunque a tenor de lo visto en este trazado desde 2014, no sería lo más fácil. No en vano es Hungaroring el ‘peor’ circuito de Mercedes en la era turbo. Aquí fueron derrotados en 2014, 2015 y 2017, por lo que solo Lewis Hamilton ganó con el motor turbo, en 2016.

También hubo algunos elementos interesantes algo más atrás, con Haas mezclándose con Renault (con problemas en el coche de Hülkenberg) una vez más, aunque con la ventaja de las mejoras de motor que Ferrari ha traído a sus clientes antes que a sus propios coches oficiales. La Scuderia se guarda estos caballos de más para Spa-Francorchamps y Monza, dos circuitos en un momento clave del mundial. Interesante fue también el buen rendimiento de los Toro Rosso, mostrando quizás que Honda sigue estando a la cola de los motoristas junto a Renault y que su chasis es correcto. El sufrimiento de los Force India y los Williams es más esperado, mientras Sauber comenzaba la mañana de forma tranquila aunque con buenas expectativas.

La segunda sesión de entrenamientos libres fue quizás algo más clarificadora, con mayor distancia entre Ferrari y Red Bull con respecto a Mercedes, que a pesar de todo debería andar más cerca a partir del sábado. La diferencia de cuatro décimas entre Räikkönen y Hamilton en el primero de los Mercedes debería ser preocupante para el equipo de Brackley, más cerca de Romain Grosjean que de los coches de cabeza. El piloto francés fue el más veloz del resto, aunque queda aún mucha tela por cortar. Lo que está claro es que en Hungaroring deberíamos ver una de las últimas ocasiones este año en las que el Mercedes pudiera estar claramente por debajo de sus rivales y no ser candidato por la victoria, siendo el último caso el Gran Premio de Singapur en septiembre.

Por detrás volvió a haber puntos de interés, como el buen rendimiento de Sainz y Gasly, la pequeña recuperación de Force India o las notables ausencias del top 10 de Magnussen y un Hülkenberg que se perdió parte de sesión por los problemas matinales. Por su parte, Vandoorne sigue sufriendo a pesar del cambio de chasis, mezclado con los Williams de forma inexplicable. La tercera sesión de entrenamientos libres de mañana por la mañana debería responder a las últimas preguntas, con una sesión clasificatoria que al igual que en Mónaco, es crucial este fin de semana. Un mal resultado el sábado podría comprometer las opciones de los candidatos a la victoria, aunque también hay que recordar que las predicciones del clima son inciertas…