Tras la salida ceremonial, en esta ocasión llevada a cabo en Gap, el Rally Monte-Carlo 2019 estrenaba la temporada del Mundial de Rallies con dos especiales que distaban mucho de las condiciones vistas esta mañana durante el Shakedown. En este caso, han sido los pilotos que pelearon el año pasado por el título los que han brillado en los apenas 41 kilómetros disputados, gran parte de ellos recubiertos de una fina capa de hielo que ha complicado de forma destacable el agarre en este inicio de la prueba. Los Hyundai sufrirían, pero Thierry Neuville conseguiría sacar la cabeza en un Top5 dominado por los hombres de Citroën y Toyota.

Monta de neumáticos arriesgada por parte de Thierry Neuville que no le iba a dar los resultados esperados. En los 20,76 kilómetros de La Breole-Selonnet, el belga decidió montar los cuatro superblandos que había elegido, dejando las dos ruedas con clavos en el maletero a la espera de la segunda especial de esta primera jornada. Sin embargo, la gran cantidad y hielo superado el ecuador del recorrido de este primer tramo del año, hacía que el piloto de Hyundai cediera muchos más segundos de los que podría recuperar en las zonas de asfalto más seco.

Sébastien Ogier y Ott Tänak decidían por su parte montar cuatro neumáticos con clavos, algo que daba especialmente resultado en el caso del estonio de Toyota, el cual se encaramaba desde el primer momento a lo más alto de la general con 10,6 segundos de ventaja sobre el vigente Campeón del Mundo de Rallies que completaba un positivo estreno con su nueva montura. Más aún lo iba a ser Kris Meeke, el cual llegaba a meta con el segundo mejor registro, solo 5 segundos por detrás de su compañero de equipo y mostrándose muy satisfecho y sonriente en su llegada a meta.

No sería una especial sencilla de superar para gran parte de los competidores. Teemu Suninen sufría una salida de carretera cuando apenas llevaba recorridos tres kilómetros competitivos. El finlandés se quedaba atascado en la cuneta y ni siquiera la ayuda de los aficionados podría sacarle del atolladero, mientras que Kalle Rovanperä tendría un problema similar solo un kilómetro más adelante, cuando el piloto de Skoda también debería detenerse para tratar de fijar el capó que había quedado dañado en el incidente. Tras unas reparaciones de emergencia con bridas, el joven finés volvería a rodar, en este caso a un ritmo muy bajo ya que la cantidad de luz que proyectaba el Fabia R5 (alquilado a Toni Gardemeister) sería muy limitada.

Tampoco Andreas Mikkelsen estaría exento de sufrir su primer problema del año. El noruego reconocía que había levantado el pie a falta de un kilómetro para llegar a meta después de encontrarse con una meta volante que le había parecido ser el final del tramo. Lo cierto es que las tres pancartas consecutivas podrían conllevar a error, aunque en el caso del piloto de Hyundai, reconocía que había sido un fallo suyo en lo que recordemos que será un inicio de temporada en el que su rendimiento será seguido muy de cerca. Por delante suyo terminaría Sébastien Loeb, acusando su falta de kilómetros con el i20 WRC Coupé, pero aun así terminando a 23 segundos de la cabeza de la prueba, cuarto mejor crono y primer hombre de los de Alzenau.

No le quedaría otro remedio a Thierry Neuville que reconocer que había tenido una monta equivocada de neumáticos ya que las informaciones que tenía de este segundo tramo de Avançon – Notre Dame Du Laus con 20,59 kilómetros, no se ajustaban del todo a la realidad. El belga conseguiría endosarle 11 segundos a Sébastien Ogier en esta especial, sin embargo, no se mostraba demasiado satisfecho con el resultado, tomando muchos más riesgos que su rival para quedarse finalmente a 5,2 segundos del francés de Citroën. El de Hyundai había tratado de dar un gran golpe al rally nada más comenzar que aparentemente no le había dado los resultados esperados.

Tänak terminaba el día al frente del Rally Monte-Carlo, apenas con 9,1 segundos de ventaja sobre Sébastien Ogier y 14,3 respecto a Thierry Neuville. De nuevo los tres rivales por el título en 2018 copaban las tres primeras plazas en este inicio del Mundial de Rallies 2019, mientras que Kris Meeke y Sébastien Loeb se hundían en la clasificación. En el caso del norirlandés, llegaría con un pinchazo que le había afectado durante los últimos 9 kilómetros de especial, llegando sobre la llanta, mientras que en el caso del alsaciano, la pérdida de tiempo (44,5 segundos) se explicaba por una falta de confianza en la monta de neumáticos empleada. Los tramos estaban delicados y nadie quería hipotecar por completo sus opciones, algo que también se podía observar con un Andreas Mikkelsen que tras 40 kilómetros ya estaba a casi un minuto de la cabeza.

Completaron las cinco primeras posiciones el otro Citroën C3 WRC de Esapekka Lappi y un Jari-Matti Latvala que se encaramaba a la quinta plaza ya con 46,4 segundos perdidos. De nuevo la clasificación nos recordaba exactamente a la general de la segunda mitad del año pasado, con los que eran por aquel entonces todavía compañeros ocupando las primeras posiciones “del resto”. Sin Teemu Suninen, Elfyn Evans se vería obligado a desdoblarse en sus esfuerzos, sabedor de que Pontus Tidemand ocupaba provisionalmente la última posición de puntos y que M-Sport precisaba de todo el saber hacer del gales en condiciones deslizantes.