NOTICIAS
La lluvia protagoniza las 24 hrs de Daytona. Fernando Alonso llevó a la victoria su Cadillac #10
1/27/2019


La lluvia ha dado por finalizada la 57ª edición de las 24 horas de Daytona y el orden se ha mantenido igual que en la bandera roja anterior. Fernando Alonso se llevó el triunfo de las 24 Horas de Daytona a lado de Kamui Kobayashi, Renger Van der Zande y Jordan Taylor. El mexicano Roberto González en conjunto con sus coequiperos Sebastián Saavedra, Pastor Maldonado se llevaron la victoria de la división LMP2.


IMSA ha dado por finalizado la carrera a falta de 10 minutos ante la imposibilidad de la mejora de las condiciones y el Cadillac #10 se ha impuesto por segunda vez en tres años. Jordan Taylor, Renger van der Zande, Fernando Alonso y Kamui Kobayashi han llevado al coche de Wayne Taylor Racing a lo más alto, en la segunda victoria consecutiva de Alonso en carreras de 24 horas. El asturiano afianza su posición como piloto de élite más allá de la Fórmula 1 en una carrera llena de alternativas y afectada por la copiosa lluvia en su segunda mitad.

Alonso, otra vez en la historia, de vuelta a casa. Alonso que puede con todo, con la leyenda de Daytona, con sus peligros, con la lluvia que no cesa, con los prejuicios y los miedos, con los que pensaban que ya se había ido de todo y para siempre. Alonso estuvo siempre. Y estará para los siglos, es eterno. Y ganó. Lo hizo él, no sólo su equipo, sobre todo él, después de dos turnos mágicos y uno final en el que su escudería recurrió al primer espada para los momentos en los que hay que enfrentarse a los dragones. Alonso ya es el mejor piloto de Resistencia del momento, ganó las 24 Horas de Le Mans el pasado año con Toyota, ahora se lleva las 24 Horas de Daytona con Cadillac, las dos pruebas más importantes, en Europa, en Estados Unidos, en el mundo.

Y lo hizo en trance, rodando en su primer relevo desatado como si le fuera la vida en el intento, totalmente ido, una especie de José Tomás en el centro de Monumental, quieto, sin moverse, estatuarios con la bestia rozando el cuerpo. Así estaba Fernando en Daytona, sin miedo, suicida total ante la pista primero y la lluvia después. Alonso cogió a su equipo en la novena posición en la que le había dejado el primer turno de Jordan Taylor, a 18 segundos del líder, aunque en la pantalla ponía 33, sería sin contar las paradas. Lo dejó líder con 21 segundos de ventaja sobre el segundo que en esos momentos era el Mazada 77. Alonso volando con su Cadillac, cantando canciones de amor al cielo de Florida, adelantando a especialistas como si fueran promesas del kárting.

Tiene más mérito la hazaña porque cuando llevaba 25 segundos de renta hubo un Pace Car, todos se reagruparon y su esfuerzo quedó en nada, nuevo éxtasis de piloto para llegar a la ventaja con la que dejó su coche a Kobayashi después de casi tres horas de pilotaje en otro nivel. El japonés no está fino y deja su coche quinto a Van der Zande, con Montoya y su Acura liderando la carrera. El holandés tampoco está al nivel esperado, llega a perder cuarenta segundos, aunque con una nueva bandera amarilla y una estrategia de parar antes a poner gasolina llega a estar líder con Castroneves segundo y Derani tercero con otro Cadillac.

Es el turno de nuevo de Jordan Taylor, le pasan Rossi y Nasr y deja el coche tercero a Alonso con 23 segundos de desventaja. Pero… iba a ser más difícil aún. En plena lluvia le montan neumáticos de seco. Otra parada. Sale a más de un minuto, pero con la pista mojada empieza a remontar, pasa a Cameron y a Ricky Taylor. Segundo. Pista encharcada. Bourdais estrella sus Ford y se reagrupan todos. Nasr termina su turno y Alonso es primero. Empieza un recital de pilotaje con tiempos dos, tres y hasta cuatro segundos por vuelta mejores que el resto. Llega a tener una ventaja de 55 segundos con su perseguidor inmediato y ha doblado al tercero. Pero otro accidente reagrupa.

Amanece en Daytona. La lluvia quiere su protagonismo en la película alonsista. Bandera roja. A las dos horas se reanuda con el genio astur al volante. Más accidentes. Alonso deja su coche a Taylor. Tercero a 18 segundos del primero. Otra remontada. “Haznos ganar”, le dice el jefe Wayne. Llueve mucho. Alonso gana un puesto en estrategia al Acura de Rossi, solo queda Nasr, le presiona y el brasileño falla. Líder. En pocas vueltas lleva 15 segundos de ventaja. Más accidentes. Se para la carrera a falta de una hora. Llueve, llueve, llueve… Alonso sonríe. Espera en el box, junta las manos, parece rezar… recordar que una vez luchó contra el imposible y casi gana. Ahora, con un coche similar, demuestra que sigue siendo el más grande.


LMP2

Después de un inicio complicado en que el #18 de DragonSpeed perdió hasta tres vueltas del líder, el vehículo tripulado por el colombiano Sebastián Saavedra, el venezolano Pastor Maldonado y el mexicano Roberto González se llevaron la victoria de la división LMP2.

Saavedra sufrió un incidente durante las dos últimas horas de carrera que dañó la parte delantera de su Precaria, obligando a una nueva detención en boxes para reparaciones. Una vez que el sudamericano cumplió con la parada, la carrera se detuvo, dejando al equipo latinoamericano en la primera posición.

Otro mexicano que tuvo participación es Juan Piedrahita del equipo JDC Miller Motorsports, no tuvo mucha suerte, porque estuvo involucrado en un contacto a falta de 6hrs para llegar al final; por más que trabajo el equipo para regresar; daban la noticia de su retiro.

El resto de las categorías participantes subieron al podio el brasileño Augusto Farfus, Christian de Phillippi, Philip Eng y Colton Herta se llevaron la victoria en la división GTLM con el #25 de BMW. La segunda posición fue para el Ferrari #62 de James Calado, Alessandro Pier Guidi, Miguel Molina y Davide Rigon.

El último puesto del podio fue para Richard Westbrook, Ryan Briscoe y Scott Dixon con el Ford GT #67 del equipo Chip Ganassi.