¡¡VICTORIA de Valtteri Bottas en el Gran Premio de Australia 2019!! El finés ha dominado, de principio a fin, la prueba de Albert Park, sumando no sólo 25 puntos por esta primera posición, sino 26 por su magnífica vuelta rápida a bordo del W10. Lewis Hamilton y Max Verstappen completan el podio en Melbourne. Nefasta carrera de Ferrari, que no ha poseído en ningún momento ritmo para luchar contra Mercedes y Red Bull. Kevin Magnussen, Nico Hulkenberg, Kimi Raikkonen, Lance Stroll y Daniil Kyvat han finalizado entre los diez primeros.

Después de un largo invierno de caras de póker, medias verdades y campeones de invierno, la única verdad estaba en la parrilla de Albert Park. Ahí esperaban lo mejor de cada casa, sus equipos de mecánicos, los 20 elegidos. Cientos de VIP y una buena mayoría frente al ‘poleman’ de Melbourne, Hamilton. Pero apenas se había apagado el semáforo, Bottas ya había ganado la carrera. Lewis fue testigo, por delante de sus ojos pasó el finlandés, que tiene de reflejos todo lo que le falta de carisma, y firmó otra salida con un tiempo récord de reacción.

Se marchó solo el Mercedes número 77 y se desmoraliza el vigente pentacampeón, que al poco de perder comba empezó a quejarse de problemas con los neumáticos, sin ritmo y sin esperanzas. No está acostumbrado a ser segundo, pero mucho menos a que su compañero de equipo le llegue a aventajar en 25 segundos, con la misma mecánica y con idénticas posibilidades. Fue sobrado Valtteri, que se llevó hasta el punto de la vuelta rápida. Al menos subió al podio Lewis, que empieza el curso con sabor agridulce, y al menos está en el bando correcto.

Porque el primer gran derrotado de la temporada es Ferrari, vio de lejos el champán con un SF90 que no cumple con lo prometido. Verstappen adelantó a Leclerc en la salida, aunque el monegasco había perdonado la vida a Vettel cuando podía lucharle la posición, y luego el gigante holandés pasó por encima de ‘Seb’ con un Red Bull Honda que cada día enseña algo nuevo. Tras ellos, caras largas en el box de Maranello, incapaces de explicarse si había problemas en la unidad de potencia de Vettel, y errores del chico nuevo, Leclerc, que ya falló en clasificación y que se fue a la hierba el domingo. Entró pegado a su compañero mientras Binotto se rascaba la frente.

La zona media se comprimió, como amenazaban, hasta el punto de que puntuaron ocho coches diferentes en este gran premio. Magnussen (Haas), Hulkenberg (Renault), Raikkonen (Alfa aRomeo), Stroll (Racing Point) y Kvyat (Toro Rosso). Ricciardo se tragó su propio alerón por pisar el césped en la salida y los daños le obligaron a abandonar, a Grosjean le dejaron una rueda suelta, como hace un año, y desaprovechó el potencial de su Haas, líder de la clase media. El canadiense, Lance, firmó la mejor estrategia porque era quien salía más retrasado.

Y si puntuaron ocho fábricas, quiere decir que dos no lo hicieron. Una fue Williams, como ya se esperaba, tres veces doblados por Bottas y una por el resto de la parrilla. La otra fue McLaren: el motor Renault de Sainz duró once vueltas cuando el madrileño empezaba su remontada, había adelantado a Kvyat y Gasly en la salida y el ruso, de hecho, terminó décimo. Norris, la gran esperanza de Woking y el protagonista del mejor día de Zak Brown en un circuito, fue perdiendo posiciones y se despidió de los puntos por el tiempo que cedió intentando adelantar a un Giovinazzi en las lonas. Hay cosas que cambian, como el primer líder del año. Hay otras que no tanto.