Para muchos, la broma después de la sesión clasificatoria de ayer era que Lewis Hamilton iba a llevarse la victoria en el Gran Premio de Canadá, seguro. Al final se tornó en una realidad aunque como siempre en Montreal, nada es tan fácil como parece en primera instancia. La victoria del británico le llegó tras un error de Sebastian Vettel que terminó con una sanción de cinco segundos tras el retorno a pista después de pasar por el césped en la primera chicane del Circuit Gilles Villeneuve. Con polémica de por medio, Lewis Hamilton sigue ganando y deja el mundial aún más sentenciado gracias también a una jornada complicada para Valtteri Bottas.


En apagarse las luces del semáforo, la salida se produjo sin ningún cambio reseñable y con los primeros clasificados manteniendo posiciones. Sebastian Vettel empezó a marcar el ritmo desde el principio, firmando la vuelta rápida a las primeras de cambio mientras Lewis Hamilton intentaba seguir el ritmo y Charles Leclerc aguantaba el tercer puesto por delante de Daniel Ricciardo. Por detrás, un toque de Alexander Albon con Antonio Giovinazzi terminó con el Toro Rosso en boxes... y los Williams subieron momentáneamente hasta la décimo quinta y décimo sexta posición. Por detrás, Carlos Sainz fue el primer piloto en parar por estrategia en la vuelta 4, montando el neumático más duro.

Pierre Gasly le siguió solo cuatro giros después con la misma estrategia, mientras Valtteri Bottas sufría por adelantar a los Renault siendo incapaz de superarle en pista. Daniel Ricciardo paró en la vuelta siguiente, antes de encontrarse Lando Norris con el coche parado en la salida del carril de boxes con una suspensión rota y un pequeño incendio en el freno posterior derecho, causando la primera baja del día. Por delante, Hülkenberg realizó su parada en la vuelta 17, montando las gomas más duras con menos vueltas por completar que otros de sus rivales.

Con las elevadísimas temperaturas del Circuit Gilles Villeneuve, todos los pilotos que realizaban paradas montaban neumáticos duros, de manera que al llegar a la vuelta 20 solo quedaban por montar ese compuesto los Ferrari, los Mercedes y el Haas de Romain Grosjean. La primera parada importante en la pelea por la victoria fue por parte de Sebastian Vettel en la vuelta 27, montando tal y como estaba previsto los neumáticos duros. Lewis Hamilton realizó su parada dos giros después con la misma estrategia y apenas un segundo y medio por delante de Bottas, que pasaba por boxes otras dos vueltas más tarde.

Mientras tanto, en Ferrari ordenaron a Charles Leclerc mantenerse en pista tanto como fuera posible. La parada del monegasco llegó en la vuelta 33 y tras montar los neumáticos Pirelli marcados con color blanco (duros), volvió a pista por detrás de un Max Verstappen que aún tenía que parar a boxes. Al llegar el ecuador de la carrera, Carlos Sainz era décimo en lo que era una novena posición real faltando la parada de Lance Stroll. Mientras tanto, la férrea defensa de Daniel Ricciardo ante los ataques de Valtteri Bottas centraba la atención de la carrera con el bravo australiano cediendo solo en la vuelta 39.

El momento de la carrera llegó en la vuelta 48 con un largo de Vettel que salvó milagrosamente al volver a pista y bloquear el posible ataque de Hamilton al volver a pista. Una vuelta después, Verstappen realizó su parada. Tras salir con gomas duras, montó medias y con el buen ritmo logró dar cuenta de los dos pilotos de Renault sin apenas oposición. Paralelamente, dirección de carrera clarificaba una investigación en marcha por lo ocurrido entre los dos líderes. Al final, la sanción llegó a 12 vueltas del final con cinco segundos de penalización para el piloto de Ferrari cuando la diferencia entre los dos líderes era de dos segundos y medio.

Las últimas vueltas se convirtieron en un frenesí de vueltas de clasificación entre los dos pilotos más laureados de la Fórmula 1 actual aunque el ritmo de Hamilton era suficiente como para mantenerse dentro de la distancia suficiente como para llevarse la victoria. Por detrás, retirada de Albon después de un día complicado para él mientras Leclerc venía con muy buen ritmo marcando la vuelta rápida... que acabó siendo batida por Bottas en el penúltimo giro. La intriga de la prueba pasó a ser entonces la diferencia entre los dos Ferrari y la posibilidad de que el segundo piloto de la marca italiana pudiera terminar por delante.

En la lucha al límite de la zona de puntos, la resolución llegó en la vuelta 68 cuando Lance Stroll y Daniil Kvyat dieron cuenta de Sainz en el espacio de dos curvas, dejando al madrileño fuera de los puntos al haber parado tan pronto que se había quedado ya sin neumáticos. En cabeza, un Hamilton desatado no tenía suficiente con ser el ganador de la carrera y tenía la intención de cruzar la línea de meta por última vez en primera posición. El británico lo acabó dando por bueno al ver que no estaba suficientemente cerca como para adelantarle en pista.

De esta forma, el resultado fue el de una nueva victoria de Lewis Hamilton, alargando el dominio de Mercedes una vez más a pesar de cruzar la línea de meta en segundo posición. Por delante, Sebastian Vettel fue el primero en ver la bandera de cuadros pero quedó clasificado en segunda posición. Tercero fue un Charles Leclerc que volvió al podio por primera vez desde el Gran Premio de Bahréin. Max Verstappen completó la carrera en cuarta posición después de una carrera sólida por delante de los dos Renault, por fin en el puesto que se esperaba desde principios de temporada con Daniel Ricciardo por delante de Nico Hülkenberg.

Estando los dos Renault por delante del Red Bull de Pierre Gasly, el francés se hace un flaco favor, mientras Lance Stroll completó una buena carrera en novena posición. Finalmente, el último punto fue para Daniil Kvyat, que dejó a Carlos Sainz sin recompensa en un día en el que el McLaren parecía merecer estar en el top 10. Pero tras terminar la carrera, aún hubo fuegos artificiales en forma de Sebastian Vettel cambiando los carteles de 1 y 2 que se ponen delante de los coches en el parque cerrado. Luego, el alemán aún ’defendió’ a un Hamilton que era abucheado por el público. Y Ferrari, que sigue sin llevarse victorias ni cuando les toca...