Presentado a través de redes sociales, Paddon mostraba en un pequeño vídeo la decisión de tomar una unidad del Hyundai Kona eléctrico para modificarlo y configurarlo de cara a la competición de rallies, esperando un debut público el próximo mes de abril cuando el coche comenzará sus test. Se congregan en un mismo proyecto por tanto dos elementos novedosos como la llegada de un SUV a la competición y la decisión de crear un coche alimentado por baterías para dicha disciplina, algo que se suma por tanto al proyecto iniciado por M-Sport con la intención de tomar un Ford Fiesta R5 y adaptar un tren motriz completamente eléctrico.La formación de Paddon, apoyada por la Universidad de Canterbury en Nueva Zelanda y por STARD, la estructura de Manfred Stohl, pretende que el Kona EV de rallies cuente con la capacidad de realizar un evento completo. Mientras que las primeras pretensiones de M-Sport era la de disputar eventos nacionales, mucho más reducidos en cuanto a kilometraje y con la acción centrada en una sola jornada competitiva, parece que esta buscaría objetivos más ambiciosos.”Los sistemas de propulsión de energías alternativas están evolucionando muy rápidamente y en el sector del automóvil de producción, pero los mismos desarrollos no se están viendo reflejados en la competición y mucho menos en los rallies. Alguna tecnología actual eléctrica ya cuenta con el rendimiento, algunos coches cuentan ya con más de 1.000 CV. Depende de cómo gestiones este rendimiento para rallies, por ejemplo, con el control de par vectorial para tierra o situaciones de bajo agarre, y el rango que necesitas para completar una jornada completa de rallies. Esta disciplina abre más retos para los eléctricos que en competiciones de circuitos, tanto en términos de autonomía, como de sistemas de carga y sonido”.La intención es la de tener el primer coche compitiendo ya en 2020 en eventos en Nueva Zelanda, tanto en rallies de tierra como en Subidas de Montaña, afrontar retos mayores en 2021 cuando llegue el segundo prototipo con mayor autonomía y desarrollando una segunda generación de cara a 2022, año en el que debería introducirse la normativa híbrida en el WRC y en el que por tanto todos estos proyectos alternativos gozarán de un mayor foco mediático.