Dos tramos más para cerrar esta larguísima primera jornada del Rally de Gales en la que el espectáculo lo están poniendo los principales candidatos al título Mundial de Pilotos. Era precisamente Ott Tänak el que cargaba armas para cerrar la etapa por todo lo alto. Las largas esperas, los retrasos e incluso un día con pocos kilómetros para el tiempo que han estado los competidores con el mono puesto no impedían que el estonio volviera a imprimir una gran velocidad a la carrera.

Esta vez sí el compuesto blando parecía pasarle factura a Thierry Neuville en unos recorridos más secos y ‘arados’ tras las primeras pasadas. El estonio ya respondía con su habitual cara de póker sobre si llevaba algún problema en el coche mientras este miraba compulsivamente el display. Posteriormente reconocía el líder de la general que su preocupación se debía a que habían perdido el funcionamiento de las luces (si hay un lugar en el que puede ocurrir es este, si hay un lugar en el que no quieres que ocurra también) en su Toyota Yaris WRC y que afortunadamente habían conseguido solucionarlo en el enlace hacia el último tramo.

Tras el susto, Ott Tänak era capaz de encadenar su segundo scratch consecutivo, razón que le llevaba a auparse a lo más alto de la clasificación provisional después de que Meeke tuviera un aquaplaning en el recorrido final y decidía tomárselo con algo más de calma los kilómetros restantes. En Toyota son conscientes de que deben recortar puntos a Hyundai Motorsport cuánto antes, por lo que el resultado actual con un 1-3 sería excepcional para ellos si se tiene en cuenta que Thierry Neuville es el primer i20 WRC clasificado en cuarta posición. Además se ha confirmado que Jari-Matti Latvala no se reenganchará mañana.

Tras ese grupo de cuatro pilotos con opciones a la victoria se situaban los otros dos hombres de Hyundai, seguidos muy de cerca de un Teemu Suninen que mostraba unas capacidades espectaculares para rodar rápido en estas condiciones. Sin embargo, lo que más debe preocupar a Andreas Mikkelsen o Craig Breen no es verse a medio minuto de la cabeza, sino la llegada de Elfyn Evans desde atrás una vez que se ha superado las neutralizaciones sufridas por los espectadores irresponsables y por el accidente de Latvala.

En WRC2 Pro, Jan Kopecký heredaba el liderato de manos de su compañero de equipo, Kalle Rovanperä. El joven finlandés estaba un paso por encima de su compañero de Skoda Motorsport hasta que un pinchazo al inicio del TC9 lo ha relegado a la segunda plaza. Entre ellos se han colado los pilotos privados, encabezados en este caso por Pierre-Louis Loubet y con otros nombres fuera de WRC2 como Nikolay Gryazin. Apenas hay 7,5 segundos entre Jan y Kalle, por lo que ellos dos parece que se jugarán el triunfo después de que los dos hombres de M-Sport hayan cedido casi cualquier posibilidad (Paddon abandonaba) y Mads Ostberg sufriera de nuevo problemas mecánicos.

Entre los pilotos del Mundial Júnior, tarde perfecta para Jan Solans después de haber conseguido atar los tres últimos scratchs. El piloto catalán, que buscar seguir los pasos de su hermano mayor, Nil Solans, junto a su copiloto, Mauro Barreiro, conseguía los tres últimos scratchs del día para irse a dormir con 16,3 segundos de renta sobre Tom Kristensson. Recordemos que al ser cita doble, los 25 puntos de la victoria se convierten en 50, a lo que hay que sumar los 22 puntos que se repartirán entre los pilotos que logren el mejor tiempo en cada una de las especiales.