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Ott Tänak logra su sexta victoria del año y da un golpe al Mundial
10/6/2019


Poco más de 38 kilómetros (finalmente recortados) para completar el Rally de Gales 2019. La incertidumbre se centraba especialmente en la lucha por la victoria, donde los tres únicos candidatos al título de pilotos no querían en ningún momento ceder unos puntos que pueden ser vitales, tal y como se demostró el año pasado con el campeonato llegando abierto hasta Australia. ¿Sería capaz Neuville de meterse de nuevo en la batalla con una victoria? ¿Repetiría Sébastien Ogier? ¿Daría Ott Tänak un golpe casi definitivo al Mundial? Lo único cierto es que Teemu Suninen se sumaba a la lista de abandonos definitivos después de su golpe en el bucle de la tarde del día anterior, descubriendo los mecánicos que el chasis estaba demasiado dañado.

Inicio de jornada muy propicio para los intereses del piloto de Toyota GAZOO Racing, con unos tramos que no daban lugar a hacer diferencias muy grandes y que además conocían todos los pilotos a la perfección. Al scratch para abrir el día de Tänak llegaría la respuesta prácticamente inmediata por parte de Neuville, que le robaba apenas dos décimas para dejar la diferencia entre ambos en 10,9 segundos. Ogier tenía suficiente con mantener a raya a Kris Meeke, mientras que era la quinta posición la que todavía tenía muchos novios para asegurar un final muy apretado.

Quedaban tres tramos, quizás demasiado poco para que Thierry Neuville fuera capaz de dar caza a Ott Tänak. Para el belga se complicaba aún más la situación cuando los organizadores y los responsables de seguridad decidían cancelar el tramo de Great Orme, una especial que se disputa sobre asfalto justo al lado de la costa. El bravo estado del mar impedía que los submarinistas y el equipo de rescate marítimo pudiera salir al agua, por lo que no se podía garantizar por completo la integridad física de los competidores en caso de accidente.

Se agotaba una de las vías para el piloto de Hyundai, mientras que el propio Sébastien Ogier seguramente se lamentaba por esos kilómetros extra que Tänak y Neuville no iban a completar a ritmo alto, lo cual le hubiera dado una ligera ventaja a la hora de pelear por los cinco puntos extra en la Power Stage después de haber tirado la toalla en los dos primeros tramos. Con 17 minutos de asistencia antes de las segundas pasadas, las cartas volvían a resetearse y las opciones de fallo fiabilidad se reducían ligeramente.

Alwen y Brenig esperaban de nuevo a los pilotos para cerrar esta edición del Rally de Gales, especialmente atentos al desenlace de la lucha por la victoria absoluta y a la llegada de un Jan Solans que mantenía más de tres minutos de renta sobre Tom Kristensson. A su vez, la lucha entre Andreas Mikkelen y Elfyn Evans por la quinta plaza había recibido algo más de aderezo después de que el local pudiera neutralizar por completo la diferencia y ponerse un segundo por delante cuando apenas restaban menos de 17 kilómetros. Andreas lo intentaba, pero un error en la penúltima especial, con necesidad de volver a encender el motor incluido, que le llevaba a ceder 3,5 segundos a falta de la Power Stage con el piloto local.

En esa especial televisada era Ogier el que volaba bajo, logrando superar a su compañero de equipo, Esapekka Lappi, el cual aprovechaba su adelantada posición de salida tras los R5 para atacar debido a la intensa lluvia que caía en esos momentos. El francés parecía tener el mejor tiempo en su bolsillo, hasta que Tänak llegó dispuesto a todo y se apoyó en todas y cada una de las cunetas para conseguir el mejor tiempo como si no tuviera una victoria vital en sus manos. cinco décimas de segundo que valían otros cinco puntos de cara a la clasificación general y empatar a siete scratchs con Elfyn Evans en un fin de semana espectacular para ambos. El galés cerraba el Top5 por detrás de Neuville, Ogiier y Meeke, además conseguía los dos puntos extra del cuarto mejor tiempo al empatar con Neuville (había hecho el scratch en el tramo anterior, lo que le da el desempate).

Ott Tänak y Martin Järveoja superaron de todo durante el rally hasta convertirse en los nuevos Príncipes de Gales. Recuperaron los segundos que se dejaron en la calada del motor de su Yaris WRC en el Circuito de Oulton Park, pudieron hacer volver a funcionar las luces antes del tramo nocturno del viernes, pudieron ingeniárselas para comunicarse después de perder el paragolpes el sábado y cerraron una victoria con una ventaja muy reducida después de los malos recuerdos de Cerdeña. Sexta victoria del año después de las conseguidas en Suecia, Chile, Portugal, Finlandia y Alemania. Primera victoria de Toyota en el RAC desde la conseguida en 1993 por Juha Kankkunen... Una suerte de venganza a aquel año 1998.

Entre los R5, Kalle Rovanperä y Jonne Halttunen se llevaban el triunfo, repitiendo el ya conseguido en 2018 y coronándose matemáticamente como Campeones del único título de WRC2 Pro de la historia. Entre los privados, Peter Solberg se quitaba la espinita del Rally Catalunya pasado y se llevaba un espectacular triunfo por delante del gran candidato a llevarse el campeonato, Pierre-Louis Loubet, que da un paso de gigante.