Campeón habemus, pero quedan las dudas

"Roll Me, roll me the tumbling dice..."
Rolling Stones

Hace algunas semanas les comentaba que ya estaban decididos todos los campeonatos grandes, y durante tanto Dan Wheldon en la IRL, como Fernando Alonso en la Fórmula Uno, ya cubrieron el pronóstico. Sebastien Loeb necesita un podio en cualquiera de los rallies que faltan para coronarse, y Sebastien Bourdais simplemente requiere de llegar entre los 8 mejores en las carreras restantes.

Habría que añadir que tras su segundo sitio del fin de semana pasado, Luis ‘Chapulín’ Díaz, necesita un milagro para coronarse en la Grand Am, pues resultó que la pareja ganadora fue la única que los adelanta en el campeonato, la de Max Angelelli y Wayne Taylor, y la ventaja es mucha, 39 puntos, uando restan dos carreras, por lo que probablemente lleguen a coronarse con tan sólo arrancar en México en la fecha final del campeonato.

Creo que tanto Wheldon como Loeb, como Bourdais como Taylor/Angelelli son los que han destacado en sus respetivas categorías, pero me queda la duda en cuanto al campeonato de Alonso. Creo, salvo la mejor opinión de los expertos no españoles, que no es el mejor piloto del mundo. Analicemos la propuesta que mantengo.

Primero, es obvio que el campeón saldría entre los equipos que usan las llantas de Michelin, pues las Bridgestone han sufrido por ser casi de madera (así les dicen a las que no se calientan pronto para volverse pegajosas) durante las primeras vueltas de un gran premio. Eso elimina de la ecuación a Michael Schumacher, quien realmente sigue siendo el mejor pese a lo que se diga. Lamentablemente no se puede decir que si le dieran un McLaren o un Renault al ‘Schuminator’, los iba a hacer pedazos, pues no hay forma de comprobarlo, pero la percepción es esa. No falló el Ferrari, fallaron sus neumáticos, aunque los italianos sean demasiado caballerosos como para andarlo diciendo. Y el argumento de que no pueden pasar a los otros autos es hasta cierto punto falaz. Las llantas no calientan, por lo tanto tienen que ponerle más alerón para compensar la falta de agarre mecánico con agarre aerodinámico, y terminan no teniendo la velocidad tope de los otros, lo cual hace que no puedan rebasar, pero eso no es evidente, a menos que realmente sepas de carreras, no como los supuesto comentaristas de la televisión que hablan de las ‘llantas Min’ardi’, algo que en cualquier país respetable provocaría el cese inmediato del cretino que lo dijo.

Bueno, eliminado el ‘Schumi’ quedan en la lid Kimi, Montoya y Alonso. Yo confieso que supuse que Fisichella le iba a mostrar a Alonso de que se hacen los campeones, pero el gusto me duró exactamente un carrera, pues en cuanto el italiano se vio abajo en la segunda fecha ya no pudo con la presión y se dejó caer, pese a que es indudablemente más veloz en una vuelta individual. Y Juan Pablo Montoya se eliminó sólo en otra de esas actitudes latinas de arriesgar haciendo cosas que no debe hacer. ¿Recuerdan quien fue el último piloto que se quedó fuera un rato por caerse de la moto? Dario Franchitti, el escocés de padre italiano (o sea latino), quien hizo su chiste hace unos meses y se perdió gran parte de la temporada de la IRL: Bueno, pues Juan Pablo, pese a que les digan que se cayó jugando tenis, se autoeliminó de la contienda con su rotura del hombro y ya vimos que tiene tres victorias y es tan rápido como Kimi, pero no corrió al 100 por ciento todo el año. Y si en serio creen que se lastimó jugando tenis, bastará con escuchar a un doctor que te diga “¿Qué no le enseñaron a meter las manos cuando era chiquito?”. Esas lesiones no te las haces en una simple caída, no cuando eres de los hombres con reflejos más rápidos en el mundo.

 

Total que nos quedan Kimi y Fernando. Ya el campeón es el español, que no maneja como latino pues no se calienta ni se sale del plan establecido, ni nada. Y es obvio que hay 23 puntos de diferencia, pero si recordamos que Kimi abandonó dos veces cuando estaba cerca de ganar la carrera y en ambas se benefició Fernando, especialmente en Nürburgring cuando ya estaban en la última vuelta, ahí tenemos 20 puntos más para Kimi, y aparte hay que quitarle otros cuatro a Fernando, lo que nos daría un marcador de un punto a favor del finlandés cuando restan dos carreras por disputar. Esa es la realidad de quién es el mejor, cuando ambos tienen seis victorias por cabeza. Y conste que no cuento los otros cuatro puntos que le regaló Montoya a Fernando en las carreras anteriores en Bélgica e Italia, con sus rebases arrebatados al final de la carrera que le costaron toques con otros pilotos. Pienso que Kimi y JPM son mejores que Alonso.

Pero no es cuestión de ver lo que hubiera pasado, ahora sí que los dados ya rodaron y esa fue la suerte que trajeron. McLaren no fue el auto confiable que debería ser, y la ventaja que dio al principio del año la aprovechó Alonso para coronarse, y es ahora el campeón más joven de la historia. Uno de los principales problemas que tiene McLaren es que en su exceso de perfeccionismo, buscan aprovechar hasta el último minuto de los tiempos, y generalmente eso hace que se pasen de la raya y lleguen a las primeras carreras con el motor o el auto sin haberlo probado por completo. El MP4-20 no estuvo realmente en forma hasta Nürburgring, mientras que el Renault R25 fue el mejor desde las incesantes prácticas privadas del invierno y estaba a punto para Australia, lo cual le dio la ventaja a Alonso, la cual nunca pudieron remontar. Ahora lo que resta a los ingleses es que McLaren haga efectiva su mínima diferencia a favor en el campeonato de constructores, aunque quedan un máximo de 36 puntos en disputa y ahí no hay nada seguro.

© CEJV/SHRAC 2005