México Sigue Igual

"There is no future ..."
Sex Pistols

Encontramos que hay malos signos para el automovilismo nacional en los primeros días del año y no necesariamente todos vienen por causas internas. Lo que más llama la atención de estos días es que nos hayan cancelado la fecha del WTCC, y digo ‘nos’ porque fue a México como país. La razón fue que no cumplieron lo que pidió la FIA, que fue que le hicieran cambios a su autodromito en Amozoc, Puebla, y la Federación les quitó la carrera.

Veamos un poco de historia. Los Abed son herederos de la tradición familiar de don Miguel Abed, un gran piloto de antes de la II Guerra Mundial, quien estableciera varios récords en carreras de carretera y en cuyo nombre está bautizado el autódromo de Amozoc. Los Abed son conocidos como pilotos bastante medianos, pero constructores (cuya empresa, por cierto, estuvo en el Fobaproa) destacados en Puebla y dueños de la cadena de hoteles Aristos. Por contactos se quedaron con la Federación Mexicana de Automovilismo Deportivo y lograron el GP para México de nuevo en 1986, aunque para ello despojaron al legítimo presidente de la FMAD, Mauricio Maya, y crearon un organismo balín (no tiene lista de miembros ni nada, entre muchas otras cosas) llamado OMDAI-Vitesse 2000 (que significa ‘Velocidad 2000’, en francés, pero ha sido quitado pues ya nos pasó el año 2000 y se oye un poco anacrónico) el cual ostenta la representación de la FIA en México, pues la FMAD no siempre la iban a controlar y el OMDAI lo manejan a su antojo por medio de un pariente del príncipe de Mónaco (o esa historia te cuenta el susodicho). Y de igual manera manejan la NACAM, que es la Concacaf de la FIA, por lo de la zona geográfica y en la cual ponen a gente subordinada como el venezolano que la preside actualmente.

Total que tuvieron de presidente en su época dorada en la FMAD, favorable aunque no subordinado por completo, a Roberto Arnstein y tras el breve período de Julio Vivanco les cayó un rival, Franco Soldati, quien quitó la FMAD del edificio que le rentaban los Abed, y se desligó de ellos. No les importó mucho pues no tenían carreras y su autódromo era usado como bodega de VW, pero súbitamente les regresó la pasión automotor y movieron sus fichas para que uno de ellos se fuera a una vicepresidencia en la FIA, renovaron el autódromo y consiguieron el WTCC, justo cuando la FIA necesitaba internacionalizarlo para volverlo mundial con una carrera en un tercer continente. Luego empezaron a pensar en retomar el mando en la FMAD, que tiene Héctor Calatayud (bien intencionado, pero no muy conocedor), y en traer la F1 de regreso.

Para la F1 tienen que conseguir un apoyo que les haga un autódromo grande, pues el de Amozoc es de segunda… velocidad, pues un F1 no alcanzaría a pasar de ese cambio excepto en la recta, que tampoco es muy larga. Y para eso han cultivado al famoso ‘Gober precioso’, asegurándole que con el automovilismo puede poner a Puebla en el mapa del mundo y apuntalarse para ser un posible candidato presidencial en 2012 (está de risa, ¿no?). Algo así como lo que hizo Canales en Monterrey con al Champ Car, y que le sirvió para ser secretario de estado, aunque no le alcanzó para más por problemas personales.


 

Para tomar la FMAD ahora tienen a un as llamado José Sánchez Jassen, un promotor de medio pelo desde hace años, nunca al nivel de un Toledano, mucho menos de un Michel. Pero claro, aunque todos sabemos que él manda, su prestanombres es su hijo, quien supuestamente dirige los campeonatos para que su papá pueda ser candidato elegible a la FMAD. Pero el buen Pepe tiene problemas de imagen, de habla, necesitaría un vocero mínimo, y sería un títere de los Abed. Es esos bueno? Alguien me dice que mientras hagan carreras lo demás no importa. Pero yo no lo creo y la muestra la tenemos en el WTCC.

Se atreven a pasarse por el arco del triunfo la fecha final de la FIA, y todavía sus asistentes me comentan la semana pasada que son tan poderosos que la FIA no les va a hacer nada, y ya vimos que les quitaron su carrera. Sale luego uno de los hermanos a echarle la culpa a los costos de traer os autos desde Brasil, cuando la carrera de México (2005) fue antes que la de Brasil (2006), pero la diferencia es el trato, y la pista, que es un circuito más profesional, no el Mickey Mouse, de Amozoc.

Y los brasileños no se ponen arrogantes con al FIA ni presionan a una empresa automotriz para que incluya un piloto mexicano en sus filas, ni tiene el expediente abierto desde la primera carrera hace dos años por incumplimiento de promesas. Nada más basta recordar la nube de polvo que cubría la pista el jueves anterior a la carrera de 2005 y el estado lamentable de la misma el día viernes antes de la carrera en 2006. Y a los cabilderos mexicanos usando sus argumentos para presionar a los equipos a correr, con amenazas veladas a las armadoras que tienen plantas en México si no participaban. Y amenazas más abiertas a los pilotos que se negaban a salir a la pista.

Pienso que ese tipo de controles corporativos deberían extirparse y me parece que ya es hora. ¿No habrá un valiente que no quiera usar la FMAD como trampolín para ambiciones personales (generalmente económicas, como esas de las comidas de 15,000 pesos que se pagaban algunos funcionarios de la FMAD hace algunos años) y le entre al toro de dignificar el automovilismo siendo un verdadero líder? Porque el buen Pepe no lo es. Y releo: Abed… Amozoc… Fobaproa… ‘Gober precioso’… amenazas…ambiciones…
Sinceramente me parece que merecemos algo mejor.

© CEJV/SHRAC 2007