Las Carreras Internacionales Se Acaban en México, pero Hay Esperanzas para 2010

"Dream until your dreams comes true..."
Aerosmith 

Estas últimas semanas no han traído buenas noticias en el plano internacional para el automovilismo mexicano, en cuanto a celebración de eventos internacionales se refiere. El sueño de todo organizador y de todo público es tener a los mejores del mundo en sus pistas para poder apreciarlos en plenitud. Según este criterio, traer la Fórmula Uno sería lo máximo para un organizador mexicano, pero la máxima categoría ha estado ausente de territorio azteca desde 1992 cuando los Abed la dejaron ir al no poder pagar lo exigido por Bernie Ecclestone como dueño de los derechos comerciales de la vaca de efectivo, perdón de la F1.

Posteriormente, la empresa CIE, ya en el siglo XXI se metió de lleno a las carreras y primero trajo la CART, que luego se transformaría en Champ Car y vino desde 2001 hasta 2007 a nuestro país. El primer año estuvo en Monterrey, en el circuito temporal de Parque Fundidora, luego estuvo en la capital regiomontana y en el Autódromo Hermanos Rodríguez de la capital mexicana para finalmente irse de Monterrey y quedar solamente en el DF. Pero en 2008, se “fusionó” la serie con su rival Indy Racing League y con eso se comieron todo su calendario a excepción de unas cuantas fechas. México no quedó entre las seleccionadas, pero dada la gran afición de los nativos (yo también soy nativo de México, así que ni se esponjen, no es despectivo) por el deporte motor, se pensaba que para 2009 estaría más que incluido México en el calendario de la primera temporada ya conjunta en serio (la actual es una vacilada, fue como echar a nadar a los parapléjicos con Phelps, más o menos). Pero el calendario se anunció y entraron las carreras grandes, previsibles, como Long Beach, Toronto, Australia y de México, nada. De hecho se suponía que CIE estaba negociando con la gente de la IRL, pero fue muy notorio que nunca mandaron felicitarlos públicamente como los demás promotores de Champ Car hicieron con motivo de la “fusión” y ya vemos el resultado, no habrá carrera de Indy en México en el futuro cercano. Y me comenta un amigo que vive en Indianápolis que Tony George sigue molesto de que los de CIE se le hayan rajado en 2004 cuando Adrián Fernández se cambió a su serie y ellos tenían apalabrada una carrera aquí (como se dio la primicia en Récord cuando yo era el editor de automovilismo), pero Gerry Forsythe les protestó a los socios mexicanos y les dio frío y no hubo carrera de IRL: Y la gente de la IRL simplemente dice que les gustaría venir a México, pero no hay un acuerdo todavía, lo cual se puede interpretar como que nos perdonarán y traerán su espectáculo si les llegamos al precio de las reparaciones por el 2004, pero CIE no es de esos que se ponen a tirar el dinero (nada más vean el asco que está hecho el autódromo al cual le falta un zarpazo de tigre en serio, pero el encargado de inmuebles es todo un gran cuenta chiles según me dicen), así que el futuro no pinta bien y CIE ha de estar meditando sobre errores pasado y esa idea de que “una carrera es como un concierto, pero en grandote”, que los ha permeado desde hace años y es hasta más tonta que el que la planteó.

En el mismo tenor, CIE trajo a NASCAR (y su serie –hermana- menor de prototipos, la Grand Am), pero tras cuatro años el gusto se acabó y en vez de subir a una carrera de la serie premier (pues solamente trajeron a la segunda división que es la Busch, ahora llamada Nationwide), resulta que para el 2009 nos quedamos sin carrera. Los de NASCAR le echan la culpa a que la asistencia del público bajó a una cuarta parte de la inicial, pero no se dan cuenta de que con sus erróneas decisiones ellos son los que contribuyeron a alejar a la gente. A todos nos gusta una buena carrera, pero a los comisarios de NASCAR les da miedo ver una sola llanta fuera del pavimento y lanzan banderas amarillas a diestra y siniestra, creciendo en cuatro años de 7 a 10, pero con la desventaja adicional de que en el último año (2008) hubo además dos rojas de paro total de la carrera durante más de tres cuartos de hora. La gente no quiere ver cuatro horas de carrera si dos de ellas son de autos circulando a poca velocidad siguiendo a un auto insignia formaditos en fila india y zigzagueando para tratar de mantener las llantas calientes. Y como los pobres de NASCAR no saben más que de carreras en óvalo (no necesito probarlo, simplemente vean los fiascos enormes que hubo este año en México, Montreal y Watkins Glen y si después todavía quieren rebatirme pues será una pena) hicieron unas carreras soporíficas y se quejan de que la gente no asista. Además pensaron que éramos tontitos (clásico de los gringos que se sienten inteligentes y son rednecks) que con traernos espejismos íbamos a creer sus cuentos de que son la mejor serie del mundo. El primer año vinieron algunos estrellas, que nunca Dale Earnhardt Jr. o Jeff Gordon, o Tony Stewart, y cada vez venían menos estelares. Y luego sus pilotos se dedicaron a pegarles a los mexicanos en la pista (accidentes los llaman ellos, pero cuando es completamente contraviniendo las reglas ameritaban sanciones, pero perro no come carne de perro, dicen). Los pilotos alegaban que era su semana libre, que México está muy lejos (¿y cuando van de Miami a Fontana o de Phoenix a Loudon, a poco está muy cerca?) y miles de cosas más, entre ellas económicas. Total, CIE se quedó sin carrera de NASCAR.

 

Luego la de Grand Am se tiene que cancelar porque sola no puede cubrir con los costos que tiene para los equipos y no puede mantener el espectáculo en forma individual todo un fin de semana –claro que nunca me hicieron caso de lo que les propuse de un happening, con carrera de larga duración el sábado para acabar en la noche, dormir en el autódromo y al día siguiente seguirle con el programa. Eso sería atractivo hasta para las familias que podrían llevarse a los chavitos a acampar y hacer un evento memorable. Total que la carrera de Grand Am está perdida para 2009 y CIE va de ponche con tres strikes, aunque todavía les queda la NASCAR México (si es que eso es consuelo).

Luego queda la otra serie internacional, la A1GP, que en 2009 tendrá un auto nuevo con motor Ferrari (espero que cuando menos suene bonito), pero el equipo nacional ha sido una porquería gracias a sus dueños, la dupla de Juan y Julio, quienes han exhibido su desconocimiento del automovilismo en todas las formas posibles y se han quemado hasta con sus cuates como Emilio y Carlos (sin apellidos, todos sabemos quien son). Tanto que para la carrera del 2008 tuvo que entrarle al quite la ciudad de México y pedirle a CIE el autódromo a cuenta de sus rentas o alguna cosa del convenio que tienen y para 2009 quieren mejor hacer la carrera en cuestión en las calles (más populismo barato a cargo de los perredistas, a quienes, por cierto, las carreras les parecen un deporte de ricos que no merece ser apoyado, excepto cuando mandan a los hijos del ‘peje’ a chupar a la Gran cantina con sus cuates, aunque vistiendo camisas con efigies del ‘Che’ para mostrar su ratonil pseudos izquierdismo, igual que el de su papá). La idea es que si ellos llenaron las tribunas (casi) en 2008 con boletos regalados, en las calles caben más personas y además hay que hacer obra, lo cual siempre deja dinero para financiar futuras campañas o presentes mansiones o lo que se le ocurra al canguro en turno. Total, que la A1GP nos contempla en su calendario 2008-09, pero no sé yo si van a pisar el Autódromo o realmente irán a las calles cerca del zócalo capitalino o a los territorios de la Nueva Tenochtitlán que dominan Bejarano y ratas que lo acompañan (es que eran unas vecindades en muy mal estado, llenas de ratas, no crean que son de aquellas a las que les canta Paquita). O sea, tampoco hay buenas vibras por ahí (y seguramente me irán a negar mi acreditación al ver esta columna, pero la verdad no estoy como que muy preocupado).

Para cerrar el círculo, hay que mencionar que un par de miembros de la Scuderia Rodríguez, el secretario de turismo tapatío, Aurelio López Rocha, y el comentarista (entre muchas otras cosas) Chacho Medina, viajaron este fin de semana a Valencia, España, a ver a bernie y traerse un Gran Premio para México en 2010, listo para el Bicentenario. ¿Sería padre, no? Ojalá que ellos tengan más suerte y apoyo, porque sé que Telmex está puesto para aportar; hay pilotos mexicanos que podrían estar listos para subirse a la F1 en 2010; se planea un circuito callejero que correría por el Vallarta, Glorieta de Minerva y zona aledaña, en varios trazos preliminares que ha hecho el propio Chacho (reconocido arquitecto, quien remodeló el autódromo capitalino para la F1 en 1986) como exploración primaria del proyecto. Pinta bien la idea y hay profesionales detrás, así que podría ser la luz al final del túnel de un año aciago en esta materia, o podría ser otro sueño de esos que se evaporan como el Autódromo Mantarraya de Cancún (otra primicia de mi sección cuando estaba en Récord, por cierto). Esperemos que se nos haga realidad.

© CEJV/SHRAC 2008