EL OCASO DE INDY CAR Y ALMS

“The shackles of commitment fell, in pieces on the ground….”
Led Zeppelin

Seguramente saben que existe una serie llamada IndyCar, producto de la fusión de la IRL con la Champ Car a principios de 2008. La serie, que trajo 17 autos de Champ Car más 22 de IRL, ahora tiene entre 20 y 23 en sus parrillas y los equipos se han ido alejando, reduciendo, o de plano desapareciendo, mientras los pilotos que solían ser nombres comunes ya ni pintan como Oriol Serviá, Paul Tracy, Bruno Junqueira, incluso Mario Domínguez, quien emigró a la FIA GT. Y en la IndyCar existe una terrible disparidad, pues generalmente ganan los equipos Penske, Ganassi o Andretti-Green, aunque la última victoria fue para Dale Coyne Racing de manos del ex F1 Justin Wilson.
La fusión, que en realidad fue la adquisición de lo que quedaba de Champ Car por la IRL tras una batalla que empezó en 1996 y en la cual la IRL ganó gracias a tener las 500 Millas de Indianápolis como carta fuerte, llevó a la destrucción de las carreras de monoplazas en EU (con incursiones exitosas a México, Canadá, Australia y Japón), y a que NASCAR emergiera como una potencia sin rival en cuanto a la atención de los espectadores (en su mayoría los de TV). Si la CART (luego renombrada Champ Car) de mitad de los 90 andaba fácilmente arriba de NASCAR en ratings (en televisión abierta, además) y competitividad, llegando incluso a rivalizar en atención con la F1, la actual IndyCar se transmite en una cadena llamada Versus, que ni idea dónde se vea, pero en todos los hoteles de EU a los que he ido recientemente no la tienen y la IndyCar paga por que les graben sus carreras, penoso asunto; por supuesto, ya no llama la atención en otras partes del mundo, con excepción de Brasil. Un grave retroceso en todos los ámbitos que ha dejado a NASCAR en posición monopólica virtualmente.
El culpable de todo esto es Tony George, de la familia Hulman, los dueños del óvalo rectangular de Indy, de la IRL, de muchas estaciones de radio y TV, y otros negocios centrados en la zona de Indiana. Para mantener su caprichito vivo y ganarle la batalla a la Champ Car se gastó buena parte de la fortuna familiar y prometía que cuando eliminara a su rival, ya no tendría más gastos y las ganancias empezarían a fluir, con lo que sus tres hermanas y su madre estuvieron de acuerdo, pero como en 2008 la situación económica global empeoró, Tony no pudo mantener la promesa y en 2009 volvió a gastar para mantener equipos vivos y que el número de autos no se le cayera a menos de 18, pero la familia dejó de creer en él, se hartaron y le dieron un golpe de estado al quitarle la presidencia del consejo directivo de todas sus propiedades y aunque pretendían dejarlo como presidente de la IRL y con su equipo (Vision Racing) reportando a un par de ejecutivos, W. Curtis Brighton y Jeffrey G. Belskus, quienes se harán cargo (ambos solían ser sus subordinados), Tony mostró su orgullo y se retiró del cargo para dedicarse a su equipo. Y los reportes de sus cuates decían que se le pidió que se hiciera una reorganización y Tony eligió dejar todo para concentrarse en su equipo (sí, como no), mientras que los de sus enemigos apuntaban a que lo habían corrido. La verdad está entre los extremos, pero lo cierto es que Tony, el nieto favorito y único hombre, ya no contó con los votos de sus tres hermanas, y entre ellas le pidieron a la dueña (mientras no se muera) doña Mari Hulman George, que lo quitara pues se iba a acabar el dinero de la familia jugando a las carreras (y en realidad es como un juego puesto que su piloto en Vision es Ed Carpenter, su hijastro, quien ha demostrado ampliamente que no tiene el nivel aunque haya sido campeón de la serie sucursal ahora llamada Indy Lights, antes Infiniti Pro).
El caso es que la familia Hulman hizo lo que los Herdez en México y quitaron al que le gustaban las carreras y se quieren enfocar en el negocio principal para producir y no gastar. Obviamente las señales que están mandando son en el sentido de que van a dejar de subsidiar equipos y que cada quien se rasque con sus uñas y si no hay forma de volverla productiva podrían vender la serie y quedarse como promotores de la Indy 500. De hecho esa era la propuesta de las hermanas de Tony, que le dieran su herencia en vida, se llevara sus carritos y dejara el resto en manos de la familia, pero Tony se rajó y mejor eligió la ruta de la supuesta dignidad para no quedarse con el negocio deficitario que son las carreras, con IRL, el óvalo, y lo demás, y dejarle a las hermanas lo que produce dinero. Le gustarán las carreras, pero más le gusta la lana.
Y ahora que ya han empezado a sondear quien quiere el negocio, resulta que el primer postor que ha expresado su interés en la IndyCar es NASCAR, sí, los de los autos stock. Si compran a la IndyCar, ya ni competencia tienen (no que IndyCar sea mucha en realidad), pueden tener sinergias de uso de autódromos y programas dobles o hasta quíntuples (Sprint, Nationwide, camionetas, IndyCar e Indy Lights en un fin de semana), que harían más atractivos algunos de sus eventos, pero siempre con IndyCar de preliminar de apoyo y de plano se quitan la competencia en los óvalos y tienen una serie más que los alimente de pilotos. Y siempre se ha dicho que fueron los de NASCAR los que lo aconsejaron a Tony para pelear contra CART y lograron dividir una competencia muy fuerte para erigirse como dueños del mercado en EU.

 

Ahora que quedó débil tras eliminar a Champ Car, pues lo compran barato y de plano se quedan ellos con todo. No suena ilógico… aunque no puede probarse.
Y del otro lado, en el otro tipo de automovilismo que le hace sombra a NASCAR, el de autos Sport, prototipos y GTs, ya NASCAR había enfrentado frontalmente a la serie American Le Mans (ALMS) con su Grand Am, pero ahora que la ALMS está en problemas financieros y se le han ido Porsche (a la GA, precisamente) y Audi, mientras que Acura está a punto de anunciar su retiro (y con ello la desaparición del Fernández Racing en ese tipo de autos, pero ese es otro tema), y ya han empezado a recortar personal (se fue su reconocido operador Tim Mayer, por ejemplo, quien también había sido el operador en CART hasta que se volvió Champ Car) y gastos. De hecho hay rumores de que el campeonato 2009 podría suspenderse cuando le faltan seis fechas, pero también hay otros que apuntan que el Dr. Panoz, su dueño, ya se hartó de financiar la serie y que anda buscando comprador. Y, otra vez, se dice que NASCAR quiere comprar la serie, ver que contratos le interesan (las 12 Horas de Sebring y la Road America 500, principalmente) y desbandarla, adoptando a los autos GT para su clase GT de la propia Grand Am y jalando a Acura para que construya motores, tal como hizo con Porsche y Penske en 2009. Y también suena lógico, pues se quedan con todo el pastel y siguen teniendo a los prototipos subordinados a sus autos stock, y con eso completan la dominación total del automovilismo estadounidense, con NASCAR encima de IndyCar y Grand Am, o sea stocks arriba de monoplazas y prototipos, algo contrario por completo a lo que sucede en el mundo del deporte motor a nivel global, donde los stocks son por mucho el patito feo, muy debajo de los monoplazas, prototipos y turismo.
¿Sucederá? No lo sé, pero aquí es una batalla de billetes y los France, de NASCAR, tienen muchos, mientras que Tony George ya se quedó sin flujo de efectivo, y el doctor Panoz aparentemente ya no quiere gastarlos. Y en el automovilismo las carteras han mandado generalmente, aunque tengan tecnología de hace tres décadas (los stocks) o diseños inferiores (los prototipos Daytona contra el Audi R15, por nombrar un ejemplo). Yo no apostaría contra NASCAR, pero sería lamentable que ganaran y se quedaran con todas las canicas, pues eso equivaldría a entronizar el mínimo común aceptable en el deporte. Es como decir que la comida preponderante en el mundo de ahora en adelante será la de McDonald’s, y que a ella se van a subordinar la francesa y la mexicana (o china, o india o italiana u otro centenar de estilos que superan fácilmente a las hamburguesas con papas). Simplemente horroriza imaginarlo.

ENCORE
Y aunque no es muy conocida la noticia, uno de los 15 equipos que quería entrar a la F1 en 2010, el italiano N.Technology que construía los Honda del WTCC,  ha demandado a la FIA por la falta de claridad en el proceso de selección de las tres escuadras que fueron elegidas (Manor GP, Campos-Meta, y USF1). Los italianos claman que la FIA quería a fuerza equipos que se comprometieran a usar el motor Cosworth y como ellos pretendían usar otra planta de poder, fueron eliminado arbitrariamente, por lo cual la demanda en París, misma que tendrá una audiencia preliminar en septiembre próximo. Y de los equipos nuevos, ya hay varios indicios de los pilotos que correrán con ellos en 2010: USF1 ha dicho que buscan un novato estadounidense y un piloto experimentado, y la apuesta parece ser que va por Jacques Villeneuve (de experto) con Marco Andretti o Graham Rahal (de novato); Campos ha dicho que quiere a un experto, ya sea Marc Gené o Pedro de la Rosa, con un novato, que podría ser también español; y Manor ha dicho que no saben si se inscriban porque las reglas han cambiado.
© CEJV/SHRAC/2009