Mitos y Realidades de las Emisiones en las Carreras de Autos

“When you tell me lies I can see by the look in your eyes...”
Deep Purple

Desde hace mucho tiempo he seguido los argumentos, falaces en gran medida, de los ecologistas en contra de las carreras de autos; lo hago por interés en mi deporte y para tener conciencia real de qué tanto afecta al planeta en estos tiempos de calentamiento global, el cual no es una falacia y frente al cual todos debemos actuar para dejarle algo en buen estado a nuestros descendientes..


Uno de los argumentos más añejos que existían era el de que los grandes premios de Fórmula Uno eran de los eventos más contaminantes en el mundo. Pero la realidad es que en toda la temporada de F1, contando 24 autos y todas sus prácticas  más los fines de semana de carreras, se gasta tanto combustible como en un vuelo trasatlántico de un Boeing 747 de México a Londres. O sea que la F1 no incide de gran manera en forma directa en la contaminación del planeta, pues cancelar la F1 o un vuelo de jet trasatlántico son equivalentes.


Claro está que existe la contaminación indirecta, que es la que se produce por los asistentes a un Gran Premio y, por ende, en toda la temporada. Esta es la que causan digamos que los asistentes al acudir a la carrera en sus autos, lo que causa la mayoría de las emisiones aunque otras acciones como asar carne con carbón o gas,  fumarse algunos cigarrillos y demás actos contaminantes también aportan; incluso si son turistas y viajan en avión para ir a ver una carrera exclusivamente, también se pueden contabilizar las emisiones y llegar a un monto de emisiones causadas por un acto específico como sería una carrera.


Recientemente se han empezado a tratar de definir parámetros de una carrera tipo. Digamos que una carrera promedio tiene 75,000 asistentes (o 150,000 durante el fin de semana), con el 50% de ellos arribando al autódromo o circuito en automóvil con un índice de 3.5 pasajeros por unidad. Claro que no es lo mismo Montreal, donde todos los aficionados llegan en Metro, a Sepang, donde todos llegan en auto o autobús, pero en Montreal hay más de 250,000 el fin de semana y en Sepang no hay ni 50,000, por lo que las cuestiones se promedian al final de la temporada. Entonces una carrera tipo produciría unas 2,000 toneladas de contaminantes (mayormente bióxido de carbón) arrojados a  la atmósfera, por lo que sería necesario plantear 14,300 árboles para que el evento fuera neutro en materia de contaminación. Esto nos da una índice básico de contaminación para un evento de automovilismo que nos indica que por cada tonelada de emisiones producidas hay que plantar 7.15 árboles, pero como es difícil hacer so del 0.15 de árbol, dejemos el cálculo en que se necesitan 50 árboles por cada 7 toneladas de contaminantes. Para plantar estos árboles necesarios para volver neutra en emisiones una carrera promedio (14,300) se requieren aproximadamente 12.5 hectáreas de terreno. Así todos, incluso los ecologistas tenemos una cifra que dice cuál es la meta a alcanzar para volver neutra una carrera, sin vaciladas ni posiciones viscerales de que todo lo que representan los autos es malo.


Ahora, si pensamos que una temporada de F1 causaría 38,000 toneladas de contaminantes (19 x 2,000), esto se paliaría con 271,650 árboles que se plantarían en 231 hectáreas. Como muestra, la Ciudad Deportiva de la Magdalena Mixiuhca, en la que está ubicado el autódromo Hermanos Rodríguez, mide 155 hectáreas, o sea dos tercios del área requerida. Con esto se dan una idea de lo que se necesita para un campeonato mundial de F1 en un año, y realmente no es una gran extensión. Otro dato, en Australia hay un programa que plantea detener la desertificación de las regiones colindantes con su gran desierto central y para ello tienen dos escuadras de trabajadores que plantan 10,000 árboles diarios trabajando un turno de 8 horas cada una (no son escuadras grandes –50 trabajadores). Este ritmo de plantación significa que en 27 días, 2 horas y 40 minutos habrían terminado con ese trabajo... en Australia, ya que en México algo similar requeriría un batallón o regimiento o incluso una división –medidas de personal usadas por los militares– de gente, especialmente si son sindicalizados tipo SME, STUNAM, STPRM y demás lacras que sufrimos en la sociedad nacional.
Ya hice un cálculo de lo que representa una temporada de panbol en México, con un equipo grande, y es mucho más nociva para el ambiente (y también para la salud mental ya que está comprobado que el panbol idiotiza, especialmente cuando se observa por televisión), así que la siguiente vez que algún ecologista despistado despotrique contra el automovilismo, hay datos con los cuáles ponerlo en su sitio. Y también se pueden hacer los cálculos de muchos otros deportes, especialmente de esos como los corredores que llegan al Bosque de Tlalpan, solos en sus autos (váyanse corriendo desde sus casas, así le hacía yo) y contaminan mucho más que los que no hacen deporte con ese viaje adicional que le meten cada mañana. En pocas palabras: chequen la viga en el ojo de su deporte favorito antes de criticar la paja del ojo del automovilismo.

ENCORE
Ya arrancó la temporada de F1 y nos tocó otra vez una aburrida feroz, con decirles que hubo gente de la FIA que se salió a media carrera en Bahrein. Una victoria fortuita de Alonso, pues no fue ni siquiera el piloto más veloz de Ferrari hasta que tomó la punta, pero sí el de mejor trabajo en los fosos y el más hábil comparado con Massa, y heredó una triunfo que era de Vettel hasta que falló el Red Bull en la vuelta 33.
Creo que vamos a tener que desvelarnos dos días viendo la calificación y la carrera, pues parece ser que en la Q3 se definirá todo para tener una procesión al día siguiente ya que ni rebases ni desgaste de llantas hubo en el desierto en que se localiza Sakhir y esa es la señal que se manda para el resto de la temporada. Yo, como dice Webber, rezo porque llueva mucho en el año.
En un tema conexo, creo que pronto se despejará la duda acerca de si Schumacher es realmente tan bueno como dicen sus fanáticos. Creo que la respuesta será negativa y finalmente entenderán que no es lo mismo ser el mejor estadísticamente hablando que ser el mejor objetivamente razonando. 
© CEJV/SHRAC/2010