La
Clase CLK Convertible de Mercedes-Benz inició en 1992, con
un diseño semejante al del sedán y fue hasta 1998
cuando se introdujo el CLK 320 convertible con un diseño
independiente.
Su
imagen es más deportiva y ágil. El frente cuenta con
defensa, faldones y spoiler al mismo color de la carrocería
que lleva faros redondos pequeños incrustados. Los faros
de la parte frontal son redondos y forman una especie de 8 horizontal,
de donde parten delicados pliegues que terminan en los postes A.
En
la parte trasera predominan las líneas semi-circulares, con
la defensa al color de la carrocería.
Es
muy cómodo encontrar la posición correcta tanto para
el conductor como para el pasajero, ya que en cada puerta están
colocados los controles eléctricos y las memorias de los
asientos, en forma de pequeños sillones, con lo cual se identifica
rápidamente la utilidad de cada uno.
Un
detalle que nos encantó fue que cuando el conductor y pasajero
están ya colocados en los asientos, el brazo que sostiene
el cinturón de seguridad se estira hasta la altura de los
hombros, entregando el cinturón de seguridad, esto evita
que se olvide colocarlo o que la persona se tenga que estirar mucho,
como sucede normalmente en los vehículos de dos puertas.
La
prueba
El
manejo en la ciudad resulta cómodo, ya que no se siente la
rigidez en la suspensión, debido a lo placentero de sus asientos,
de esta forma el tráfico citadino se hace menos pesado. La
dirección se siente un tanto dura para maniobras de estacionamiento
o vueltas donde hay poco espacio, a cambio, la retroalimentación
con el conductor desde medianas velocidades y en adelante es excelente
porque genera una sensación de gran confianza y precisión.
La
caja de velocidades con la que cuenta tiene dos modalidades: Confort
y Sport. En la primera de estas, los cambios se realizan con mucha
suavidad aprovechando el torque del motor, que se encuentra en la
parte baja de las revoluciones. Tan suaves que llegan a ser imperceptibles.
En
la modalidad deportiva, los cambios se realizan en la parte superior
de la gama de revoluciones y han sido escalonadas adecuadamente
en relación al perfil de uso del vehículo, sin embargo,
el regreso de los cambios de velocidad (por ejemplo de segunda a
tercera) son sustancialmente marcados para que el conductor pueda
disponer nuevamente de altas revoluciones y mantener alto rendimiento.
El
comportamiento dinámico de este modelo en una carretera de
curvas muy cerradas tiende al subviraje. Pero a la salida de estas,
la excelente relación peso/potencia y el torque proporcionan
un alto nivel de ánimo en el conductor. Cabe resaltar el
hecho de que la excelente relación entre suspensión,
dirección, distancia entre ejes y distribución de
peso, hacen disfrutar al conductor de un verdadero manejo deportivo,
con la comodidad de un interior que absorbe bien las imperfecciones
del camino.
Aún
en maniobras bruscas, el excelente agarre hacen que el auto mantenga
la compostura y el ESP sólo entra en acción sólo
cuando de verdad se pierde el control.
Por:
Isabel Del Angel/Pepe
Montaño

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