1 Memo Rojas II
2 Esteban Gutiérrez
3 Sergio Pérez Mendoza
4 Yair Godìnez
5 Salvador Durán
 
 

Visita de la ahijada de Pedro Rodríguez
Enero 28-29 de 2008
Por Carlos Eduardo Jalife Villalón

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Pedro Rodríguez tuvo una ahijada mexicana, Minerva Hernández, hija de Federico y Gloria, amigos suyos de Nuevo Laredo, y aunque ella tenía poco menos de seis años al morir Pedro en 1971, recuerda bien a su padrino, quien la visitaba frecuentemente, especialmente en la temporada baja cuando no había carreras, ya que generalmente el volante residía en Europa durante largas temporadas.

Minerva vive en Venezuela, pero estuvo de visita en su tierra a fines del 2007 y ahora que regresaba a Sudamérica aprovechó para contactar a Carlos a través de un amigo mutuo, Joaquín Alonso, quien estuvo en al organización de muchas carreras de la Copa turismo e incluso corrió en los Ponys, y pasaron unas horas rodriguistas en la capital mexicana, pues ella también es miembro de número de la Scuderia en su sección internacional.

Ella llegó de Tamaulipas el lunes 28 de enero en la mañana y para las 15:00 horas comió con Carlos Jalife, secretario general de la Scuderia Rodríguez, así como Chacho Medina, miembro del comité directivo y Nacho segura, ex presidente de la SHRAC, en un restaurante de Insurgentes en la Colonia del Valle. Ahí platicaron largo y tendido acerca de sus recuerdos, muchos de los cuales ya habían tratado con anterioridad por mail y que se integraron en la biografía Los Hermanos Rodríguez de la autoría de Carlos, así como una foto (página 478) de ella con Pedro en una de sus últimas visitas a casa de la familia Hernández.

Minerva vino acompañada de su bebé y posteriormente se fueron al Panteón Español de Tacuba, donde están enterrados Pedro y Ricardo (cuartel J5-Bis) pues ella no conocía la tumba de su padrino. Joaquín los alcanzó ahí y siguieron platicando hasta caída la noche mientras lidiaban con el tránsito capitalino de regreso hacia el sur de la ciudad, mientras Carlos grababa pociones de la conversación. Antes de despedirse, Carlos le dedicó un libro de la biografía de su padrino.

Al día siguiente, se vieron en la mañana Minerva, Joaquín y Carlos para ir al autódromo hermanos Rodríguez, que ella no conocía más que en sueños –y Minerva confesó que lo había soñado muy distinto a como es en la actualidad. Ahí visitaron el podio de ganadores y el busto de los hermanos que lo preside, antes de ir a la peraltada y pasear un poco por los fosos y la recta principal comentando detalles acerca de la carrera de los hermanos. Posteriormente se despidieron pues Minerva viajó el mismo martes a Caracas donde vive.

© CEJV/SHRAC 2008