1 Memo Rojas II
2 Esteban Gutiérrez
3 Sergio Pérez Mendoza
4 Yair Godìnez
5 Salvador Durán
 
 

Visita a la Pista de Rouen-Les Essarts
Junio 23 de 2008
Por Carlos Eduardo Jalife Villalón

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Al separarse al final del GP de Francia de F1 el grupo de 10 miembros de la Scuderia Hermanos Rodríguez AC que fue a presentar una placa conmemorativa del triunfo de Pedro Rodríguez en las 24 Horas de Le Mans hace 40 años, Carlos Jalife se fue a Rouen el domingo en la noche y el resto durmieron en París. El lunes 23 de junio en la mañana, Carlos se levantó para ir a buscar el circuito de Rouen y llegó poco antes de las 7:30 d e la mañana a la ciudad de Les Essarts, suburbio vecino a Rouen, y tras consultar unos mapas locales dio con lo que solía ser la meta frente a los fosos, donde ahora existe una parada del autobús llamada “Circuit Auto”, rumbo a la villa de Elbeuf. Tras analizar lo que queda de los fosos, y la reja que dividía las tribunas de la pista, que siempre fue, como en Reims, un camino regional, Carlos manejó por la carretera de tres carriles, uno de los cuales es una división con “fantasmas” de plástico que funge como carril central. La parte después de la meta/arrancada es de bajada, muy rápida, pero casi ya no hay signos de los rieles de cuando era pista, aunque si queda la chicana construida después de la muerte del escocés Gerry Birrell en 1972 en la curva de 6 Freres, misma en la que se mató Jo Schlesser (ver histórica 48) en 1968, en el “verano de la muerte”. La chicana no se usa en le tránsito carretero y tras un par de curvas más se llega a la ahora pavimentada (entonces estaba adoquinada) horquilla del Nuevo Mundo (Nouveau Monde, s’il vous plait).

Tras unas cuantas fotos estacionarias en al zona, incluyendo unas a la antigua escalera que llevaba a las tribunas de concreto, ahora perdidas en la vegetación, Carlos siguió de regreso el circuito de subida hasta la zona en que se perdió el trazo original por la construcción de la autopista A13 y luego lo retomó entrando a Les Essarts, arriba de la zona de la iglesia, donde empezaba la bajada del circuito rumbo a la meta. Tras haber encontrado la mayor parte del trazo se pudo bajar en diversos lados a buscar restos del circuito, pero apenas encontró una barrera de metal aquí, unos letreros allá, y todo en el olvido, aunque una ancianita que encontró en una cafetería comprando pan le contó que la carrera pasaba frente a su casa y lo felicitó por Pedro Rodríguez, al cual recordaba de “la carrera en la lluvia (1968) cuando murió el pobre de Schlesser”.

Carlos dio unas cuantas vueltas más para apreciar el trazo, tomar fotos y luego partió rumbo a París a buscar otro autódromo, el de Montlhery, o Linas-Montlhery, que era el último punto en la libreta de ruta del viaje.

© CEJV/SHRAC 2008