1 Memo Rojas II
2 Esteban Gutiérrez
3 Sergio Pérez Mendoza
4 Yair Godìnez
5 Salvador Durán
 
 

Visita a París y Regreso a México
Junio 23 y 24 de 2008
Por Carlos Eduardo Jalife Villalón

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Mientras Carlos Jalife visitaba las pistas de Rouen-Les Essarts y Linas-Montlhery, los otros nueve miembros de la Scuderia Hermanos Rodríguez AC que fueron a presentar una placa conmemorativa del triunfo de Pedro Rodríguez en las 24 Horas de Le Mans hace 40 años, aprovecharon el día libre para visitar París en distintos grupos.

Al salir rumbo al Metro el grupo principal se encontró un taller que tenía una moto vintage a la vista y al acercarse más Iñigo descubrió un Aston-Martin clásico (DB5) y lo comunicó a los demás por lo que entraron en masa a verlo, entablaron conversación con el dueño y ya en confianza les comentó que había estado en la carrera panamericana (versión moderna) hace unos seis años y luego los llevó a ver un tesoro: un Lagonda Rapide M4R que ganó Le Mans en 1935, el cual tiene a su cargo para materias de restauración. El auto está impecable y para mostrarles su funcionamiento lo echó a andar, y arrancó sin pasusas ni titubeos a la primera oportunidad.

Tras convivir un rato con el dueño y tomar más fotos se fueron al Metro para llegar al centro de la capital francesa y ahí se dividieron para visitar las principales atracciones, quedando de encontrarse a las 8:00 pm en el Arco del Triunfo donde los alcanzó Carlos. Ahí platicaron un rato y luego Víctor, Iñigo y Nacho se fueron a cenar con un amigo local, mientras el resto caminaba por los Campos Elíseos y buscaba un restaurante para comer en las mesas de afuera contemplando el paisaje. Encontraron una mesa y cenaron cerca de la agencia de Peugeot que mostraba un modelo del prototipo 308X que habían visto dos semanas antes en Le Mans además de algunos autos clásicos y otras bellezas.

Al día siguiente tras entregar las camionetas tomaron el vuelo de regreso a México, vía Madrid y en el aeropuerto de Orly se despidieron de Víctor y su nieto Iñigo, quien viajaban en otro avión a España, donde vive este último. El viaje de regreso se caracterizó por las anécdotas del vuelo y Cesar encontró a unas mexicanas que viajaban de regreso de Francia y las incluyó en el cotorreo haciendo más ameno el trayecto de 10 horas desde Madrid. Y en el aeropuerto Benito Juárez de la capital mexicana fue hora de decir adiós, pues mientras unos se iban en camión a Puebla, Cesar tomaba el vuelo a Monterrey y los demás partían rumbo a sus casas en la zona metropolitana tras haber cumplido lo que se habían pactado desde el comienzo del viaje: misión cumplida….

© CEJV/SHRAC 2008