1 Memo Rojas II
2 Esteban Gutiérrez
3 Sergio Pérez Mendoza
4 Yair Godìnez
5 Salvador Durán
 
 

Inauguran la Sección Deportiva del Museo del Automóvil en Monterrey
Agosto 8 de 2008
Por Carlos Eduardo Jalife Villalón
Fotos: Carlos Jalife

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El viernes 8 de agosto marcó un hito en la historia del automovilismo deportivo mexicano. Se inauguró la sección deportiva del Museo del Automóvil de Monterrey, llamado Humberto Lobo en honor al coleccionistas que el dio sus primeros autos al mismo para establecerlo en el parque Niños Héroes de la capital regiomontana, junto al parque de béisbol del equipo Sultanes de Monterrey de la Liga Mexicana, en lo que solía ser la Zona Militar de la ciudad norteña.

El evento fue organizado por César Tiberio Jiménez, Delegado de la Scuderia hermanos Rodríguez en Monterrey, además de piloto multicampeón nacional, promotor y gente de automovilismo desde su nacimiento, pues es hijo de Filiberto Jiménez, el popular ‘Don Fili’, hombre que instauró el Cuarto de Milla como faceta del deporte motor en México y ha sido uno de los dos promotores más importantes en la historia del automovilismo profesional en México con su empresa DIPSA. Precisamente a Don Filberto correspondió hacer la apertura y corte de listón a las 17:30 horas del viernes, en una ceremonia previa, pues está mal de salud y ya no podía estar en la ceremonia que estaba convocada a las 19:30 horas. Una vez terminada la visita de Don Fili al recinto, se arregló todo para la ceremonia formal y los invitado empezaron a aparecer poco antes de la hora citada en el intenso calor de la capital neoleonesa.

Hubo asistentes de todos los estratos del deporte motor nacional, incluyendo a algunos miembros de la Scuderia que hicieron el viaje desde México como Carlos Jalife, el secretario general, Rodolfo Sánchez Noya, periodista quien recordó que é fue de los primeros narradores de las carreras en el Autódromo Monterrey, y Tony Menchaca, el gran piloto mexicano y ahora comentarista de Televisa. Allá se encontraron con algunos miembros locales como Lalo Rodríguez, del Club Porsche, cuyo hijo firmó para integrarse a la Scuderia Júnior; Gerardo Humberto Contreras, quien estuvo ayunado en la organización; el piloto Héctor Vázquez; el artista plástico Héctor Peón, quien fungió como maestro de ceremonias en el acto, y otros más.

Entre los invitados destacaron los hijos del fallecido Carlos Rimoldi, el primer promotor e carreras en Monterrey, con quien Filiberto corrió a los 14 años de edad en un Ford-T-ingo (autos Ford T arreglados al estilo de los de la categoría Mecánica Nacional de los años 50s y 60s); Mario Serna, el primer ganador en el Autódromo en la inauguración en 1970; Roberto Elizondo, del campeonato Rotax en México; Paco Gómez, el multicampeón de arrancones; ‘Pato’ Zambrano, destacado piloto que hacía mancuerna con Gilberto Jiménez en el Mazda que era casi imbatible en México en su clase; la gente de la Federación Mexicana encabezada por el presidente José Sánchez Jassen; pilotos de Cuarto de Milla; pilotos de Volksport; grandes volantes locales como Armando Manautou y su hijo Jonathan; y muchos otros pilotos conectados a la historia local, y en ciertos casos hasta a la nacionalM también hicieron acto de presencia los clubes locales de vintage como Mustang, Porsche, Mini, y otros, que son extremadamente concurridos en Monterrey dado el gran aprecio y conocimiento de los norteños por la cultura automotriz y la facilidad de importar un auto desde la cercana frontera.

Con Peón al mando presentando a los invitados distinguidos, la ceremonia dio comienzo a las 20:00 horas en punto, cuando el sol comenzaba a desaparecer en el horizonte. Tras unos minutos de información acerca del proyecto, tocó el turno de hablar a Juan Manuel Escareño, el director del Museo, quien alabó el entusiasmo de César para hacer realidad el proyecto de una zona “racing” en el Museo y detalló la labor conjunta para lograrlo; luego habló el regidor de la alcaldía norteña, Candelario Maldonado, quien prometió todo el apoyo gubernamental al crecimiento de esta institución que honra a los deportistas de Nuevo León. Luego vino el turno de Sánchez Jassen, quien hizo entrega de unas copias de carteles de eventos de Monterrey que tenía la FMAD en su sede en el DF y habló del profesionalismo de la organización de eventos en Monterrey con Don Fili al frente. Los carteles fueron recibidos por César tiberio y también, como sorpresa, le dieron una copia de una foto en la que aparece su padre en 1968 en la primera reunión para planear el futuro del deporte motor mexicano. Tras los abrazos, le tocó el turno de hablar al propio César, quien desechó lo que llevaba preparado y acudió a al recuerdo de los que forjaron el deporte motor en Monterrey y dio un emotivo discurso que tenía a todos (incluyéndose él) al borde e las lágrimas. Y cuando terminamos de aplaudirle, se dio la apertura formal del recinto con un corte de listón en representación de Don Fili.

El área deportiva abarca la zona de la entrada de la nave principal y está dividida en décadas, con grandes fichas explicativas de lo que dio en cada década, acompañadas de fotos y automóviles, cascos y nomex, y recuerdos personales como trofeos y carteles. Hay autos de Cuarto de Milla, incluyendo dos de los dragsters más veloces de México creados en Monterrey, karts, autos de F3 y de Indy Lights Panamericana, un casco de Gerardo ‘ Dominico’ Martìnez, trofeos de los años 50s y un casco de Carlos Rimoldi; uno de los autos de arrincones del campeonísimo Juan ‘Arabe’ Cantú; fotos al por mayor, incluyendo más de media centena que la Scuderia envió a César para su uso. Con esta zona deportiva el museo cuya entrada cuesta 10 pesos, complementa su exposición automotriz; la zona “racing” deberá seguir creciendo en el futuro, pues ya muchos pilotos, al ver la seriedad con la que se lleva a cabo este proyecto, han prometido donar archivos y memorabilia importante del deporte motor en la zona.
Tras visitar ampliamente el museo, los invitado pudieron observar un par de videos de las carreras de Monterrey y sus pioneros tanto en pista como en arrincones y karts, incluyendo uno cortesía del piloto Raúl Pérez Gama, quien fue uno de los más grandes triunfadores en Monterrey con su Camaro, obteniendo más de media docena de victorias entre 1970 y 1972. Se sirvieron bocadillos y bebida a placer, y los últimos invitados partieron del Museo pasadas las 2:00 de la mañana del sábado, todos con el grato sabor de boca de haber dado el primer paso de lo que promete ser un gran Museo, probablemente el más completo de México.

© CEJV/SHRAC 2008