1 Memo Rojas II
2 Esteban Gutiérrez
3 Sergio Pérez Mendoza
4 Yair Godìnez
5 Salvador Durán

Histórica 032
Mayoo de 2007
Por Carlos Eduardo Jalife Villalón

La Targa Florio 1962 y Ricardo Rodríguez, El Vencedor Más Joven de la Historia

Ahora que se cumplen 45 años de la victoria de Ricardo en la Traga Florio, precisamente en la edición XLVI, hay que recordar con algunas ideas sacadas de la biografía que escribí, Los Hermanos Rodríguez, su gran triunfo.
El 2 de mayo de 1962 los pilotos de Ferrari viajan desde su hogares a Milán pues de ahí se van en avión a Palermo, Sicilia a correr la siguiente prueba del mundial de autos Sport, la afamada Targa Florio. El mexicano Ricardo Rodríguez, que este año no estará acompañado de su hermano Pedro quien está en México levantando un negocio de autos importados, vuela acompañado de su esposa Sara y de los demás pilotos del equipo. En Sicilia todos los pilotos se afanan mucho en los entrenamientos pues el circuito mide 72 kilómetros y aunque la mayoría ya lo conocen, no es fácil aprenderlo. La oposición para Ferrari, parece ser la del equipo Porsche que trae el modelo RS61 con motor dos litros de fábrica, un nuevo motor plano de ocho cilindros y cuatro Weber dobles que dan 210 caballos de fuerza con doble árbol de levas a al cabeza y encendido de doble bujía, cajas de seis velocidades y nuevos frenos de disco. Hay dos autos, un spyder nuevo para la pareja Dan Gurney/ Jo Bonnier y un coupé usado en Le Mans el año anterior para el experto local Nino Vaccarella acompañado del que pronto será campeón mundial de F1, Graham Hill, aunque los Porsche Carrera Abarth, coupés de dos litros, de Hans Herrmann/Hans Linge y de Edgar Barth con el también especialista local barón Antonio Pucci podrían disputar la victoria entre los autos Gran Turismo.
Ferrari ha enviado tres autos y el director del equipo, Eugenio Dragoni asigna las parejas de pilotos: el nuevo 248 SP para Phil Hill y Olivier Gendebien, los expertos que ya han ganado Le Mans; el ligeramente menos potente 246 SP para Ricardo y el belga Willy Mairesse, chasis 0796; y un 206 SP de motor V6 dos litros para Lorenzo Bandini y Giancarlo Baghetti. El 246SP es el auto que Ricardo usó en Daytona como substituto de Phil Hill, con el cual quedó segundo, y es un excelente auto que le gusta mucho pues tiene gran potencia y torque sin ser muy pesado, justo lo que se requiere en el trabado circuito montañoso de Sicilia. Esta vez las parejas son especialmente mal pensadas, quizás por diseño pues Ferrari siempre se ha encargado de acentuar la rivalidad entres su pilotos como método de mantenerlos competitivos. Pero Bandini y Baghetti no se aguantan en lo personal y corren uno contra el otro en lo entrenamientos, tratando de demostrar quien es el sucesor de las glorias italianas; Ricardo y Mairesse son igual de impetuosos y aunque se llevan bien, tampoco son coequiperos sino rivales que pelean el mejor tiempo; la cordura queda en manos de los experimentados ganadores de Le Mans que tienen el auto nuevo, pero este no ha sido probado en la ruta. Ferrari también apoya, algunos autos en la clase GT, entre los que destaca el 250 GTO de Scarlatti/Ferraro que parece ser el candidato a vencer en su clase. En los entrenamientos del viernes 4 de mayo, Mairesse hace un tiempo muy bueno, apenas arriba de los 40 minutos y Ricardo sale a mejorarlo en el auto marcado con el número 152 pero se encuentra con un accidente del Ferrari de Phil, a quien se le atasca el acelerador y destroza el V8 al irse a un barranco. Hay mucha gente en la carretera y Ricardo no puede dar la vuelta rápido por el tiempo perdido en esa zona y Mairesse termina con un mejor tiempo, lo cual es irrelevante en cierta forma pues los autos arrancan por número y no por tiempos de práctica.
Cuando se juntan en los fosos Phil Hill está absolutamente furioso por el problema del auto y regaña a Dragoni reclamando que le hayan dado un auto no probado. El director se defiende y la pelea sube de tono hasta que Dragoni se enoja y le dice que no va a correr pues no hay auto para él ya a gritos. Hill, campeón mundial de F1 y defensor del título en 1962, simplemente se da la vuelta y se va dejándolo gritar sólo. Entonces Dragoni reacciona, su mejor pareja está sin auto y después de un rato le pide a Gendebien que se suba al 246 SP. Ahí se arma otro problema pues Ricardo ve las intenciones de dejarlo fuera y reclama su sitio en tono enérgico. Ya sabe como se las gasta Dragoni y ante la oposición del mexicano, Gendebien es añadido como tercer piloto, pues Dragoni quiere tenerlo como seguro en caso de que el ímpetu les gane a Willy y Ricardo. Se ponen a discutir al estrategia de carrera y se llega al acuerdo que Olivier cerrará la carrera en la cuatro vueltas finales con Willy abriendo las tres primeras y Ricardo corriendo las tres siguientes. Ricardo hubiera preferido hacer dos turno con otros dos para Willy pero acepta, Gendebien es un buen tipo y no tiene la culpa de los problemas internos. Al día siguiente, sin que Phil se aparezca, entrenan en las montañas de Sicilia pero el ambiente se torna tenso pues Bandini no está muy a gusto y se queja de favoritismo hacia Baghetti, quien fue descubierto por Dragoni precisamente. Lorenzo dice que no le están dando suficiente tiempo de práctica y al oírlo Ricardo recuerda el relato que Pedro le hizo de la Targa de 1961 cuando hubo otros problemas por las parejas y el ambiente se envenenó. De todos modos los entrenamientos solidifican la sensación de favoritos para Ferrari pues sus pilotos son los más rápidos aunque los RS61 no están lejos y en el trabado circuito montañoso siciliano no hay gran ventaja por el motor mayor del Ferrari que es 2.4 litros.
El domingo amanece soleado y la 46ª edición de la carrera, a 10 vueltas, empieza temprano con los autos saliendo a intervalos de medio minuto. Ricardo va temprano a misa con Sara y recibe recomendaciones de no arriesgarse mucho. Mairesse también es reconvenido por Dragoni quien quisiera que Gendebien empezara la carrera y no sus otros impetuosos pilotos pero no desea provocar problemas con más cambios, suficiente es tener al campeón mundial molesto. Mairesse bromea con Ricardo acerca de que le va a dejar el auto en primero y espera que no lo saque de la carretera como Pedro en 1961. Ricardo le transfiere la broma a Gendebien haciendo alusión a la edad y este les pide que no se acaben el carro y si le cumplen, les promete la victoria. Los tres bromean entre ellos pero los que siguen no muy contentos son Baghetti y Bandini pero Dragoni no quiere romper la pareja pues su deseo es que ganen los italianos en Italia. Bandini le ha comentado a Ricardo que preferiría correr con él pero no lo sugiere en público y Ricardo no se mete pues sabe que el 246 SP tiene más posibilidades de victoria que el 206SP. Finalmente se da la arrancada y Mairesse de inmediato deja ver sus cualidades pasando las primeras parciales en primer sitio por tiempo. Completa una vuelta en 40’43.2” y tiene a Gurney segundo mientras el 206SP de Bandini está tercero. Mairesse sabe que no hay enemigo al frente y en la segunda ronda reduce su vuelta en 40 segundos rompiendo el registro del conde Wolfgang von Trips de 1961 por una décima, 40’02.9”. Para a recargar combustible, se refresca un poco y completa la tercera vuelta para dejarle el auto a Ricardo que se sube y sale con 19 segundos de ventaja sobre Nino Vaccarella, pues Gurney ha abandonado al quedarse sin frenos en la segunda vuelta y pegarle a una barda. Vaccarella, con todo el apoyo de la gente que lo vitorea cuando pasa frente a ellos intenta pero no puede acercarse a Ricardo que mantiene la ventaja y luego la amplía antes de parar a recargar en la quinta vuelta haciendo 40’04.0”. Bonnier ha sido transferido al auto del siciliano pues es mejor en la Targa que Graham Hill, quien no conoce mucho el circuito y es mandado a la banca en el equipo Porsche pues se espera que Nino corra el turno final por lo que no hay que descartar al Porsche. Baghetti toma el mando del 206SP y sube al segundo sitio delante de Bonnier, pero se emociona demasiado y frena tarde en una curva yendo a parar contra un muro de piedra. Los locales le ayudan a jalar la carrocería y aunque reduce la velocidad puede mantenerse entre los diez primeros y se detiene al final de la vuelta para revisión cediendo el volante a Bandini. Scarlatti aprovecha el incidente y sube al tercer sitio atrás de Bonnier, pero es líder entre los GT.
Ricardo sigue en la punta y se supone que tiene que parar en la sexta vuelta pero cuando llega a la meta decide irse de frente pese a las señales que le hace un mecánico de parar en los fosos. El auto tiene mucha gasolina y no hay necesidad de perder el ritmo que trae. Dragoni se molesta pues quiere que Gendebien tome el mando para asegurar la victoria y Ricardo se apunta la séptima vuelta también en menos de 41 minutos para llegar a los fosos en primer sitio y con más de 10 minutos de ventaja sobre Bonnier. Cuando se baja, Dragoni lo reconviene pero Ricardo lo ignora, platica con Gendebien mientras le recargan gasolina al auto y luego se va a descansar un rato con su esposa. Bandini ha recuperado el tercer sitio en su turno y cuando vuelve a ceder el volante a Baghetti para las dos vueltas finales, el Ferrari empieza a comerse la ventaja del Porsche y lo pasa en la octava vuelta. Gendebien no tiene problemas y completa sus tres vueltas en menos de 41 minutos cada una para terminar la carrera en 7 horas, 2 minutos y 56.6 segundos, con una ventaja de 11 minutos y 27.4 segundos sobre sus coequiperos italianos. El Porsche de Bonnier, Vaccarella y Hill (aunque este nunca tomó el volante) llega casi tres minutos más atrás y el GTO de Scarlatti pierde casi otros cinco minutos pero gana la categoría GT. Quinto llegan Lageneste/Rolland en un Ferrari 250 SWB a 22 minutos del GTO y los Porsche Carrera Abarth terminan entre los 10 primeros, Hans Herrmann en sexto, Edgar Barth en décimo. Ricardo está muy contento al igual que los dos belgas pero Dragoni sigue furioso pues su autoridad ha sido socavada, según dice, pero Ricardo le explica que se le olvidó que tenía que manejar tres vueltas y como estaba en muy buen ritmo se siguió de largo frente a la meta y cuando se dio cuenta no era momento de echarse en reversa. Lo dice con su natural simpatía, apenas ha dejado de ser un adolescente, y Dragoni se calma un poco y va a regañar a Bandini y Baghetti por haber maltratado el otro auto. Para la entrega de premios esa noche, todos están sonrientes. La medalla de oro conmemorativa de la victoria es una sola para los tres y Ricardo les dice en broma que él se la debería quedar pues fue el que más manejó y los belgas acceden y se la cuelgan al cuello, lo cual Ricardo agradecerá siempre.
Cuando Ricardo regresa a Módena tiene muchos telegramas de felicitación, entre ellos el del presidente mexicano López Mateos. Le habla a Pedro y además de comentarle el detalle de la medalla de los belgas con él, le concede la razón respecto a Dragoni y coinciden que en adelante, Ricardo tácitamente apoyará a Phil Hill, el más experimentado de los pilotos y campeón reinante, además de ser al que mejor conoce pues han convivido desde hace mucho tiempo en diversas pistas. Pedro le cuenta como van los negocios y todo lo que ha hecho en cuanto a eso y le dice que se ven en le Mans pero Ricardo le sugiere que vaya a los 1000 Kilómetros del Nürburgring a fines de mayo y finalmente lo convence de correr juntos como preparación para Le Mans y también le comenta que el 246SP podría ser el auto para ganar las 24 Horas y ese será el que finalmente usen en su última participación en la clásica de La Sarthé.
Sin saberlo, Ricardo ha ganado una fecha de campeonato mundial a los 20 años, 2 meses y 22 días, imponiendo un récord pues nadie antes ha ganado una carrera de campeonato mundial de esta importancia a tan temprana edad. Y a 45 años de distancia el récord sigue vigente, aunque Ricardo murió antes del final de 1962, como lo tenía determinado el destino.
© CEJV/SHRAC 2007